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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

DUENDES CURATIVOS

DUENDES CURATIVOS

                                            A  Loren

Los duendes duermen en calcetines de terciopelo por eso, a ratos,

les sorprende la primavera desnudos al raso y con la sonrisa en el bolsillo.

Saben de leyes mágicas que nadie desconoce pero que todos olvidan

y se acomodan en la infancia, vestidos de esperanza, entre la vanidad de la inocencia

y la cálida concupiscencia de la melancolía.

Saben del efecto curativo del silencio entre la efervescencia frutal de las caricias

por eso, taciturnos y entregados, resuelven los enigmas con descansada alegría

entre sábanas y musgo o empujando barcas en lagos de primavera perenne.

Los duendes, cuando lo son, no se lo dicen a nadie hasta que un mayo cualquiera,

alguien con la lógica despistada y el sueño siempre alerta, los descubre enhebrando jazmines, 

entonces, sorpendido en la sorpresa, te invitan a surcar los horizontes de ciudades enamoradas,

allí donde vive el hada de sus sueños con las puertas de los ángeles abiertas.

(Quien vio alguno lo sabe por eso, a veces, sin lluvia, llueven caramelos.)

3 comentarios

Bego -

Ay, mi duende... Es mucho más curativo de lo que os podáis imaginar... Pero es imposible describirlo más hermoso, mi Sacra.

Clarisa -

Sencillamente me parece...precioso. ¿Y sabes lo mejor? que quien lee este hermoso poema y tiene el placer de conocer a Loren, ya no puede separar uno de el otro. Sinceramente...me ha emocionado muchísimo.

capitan garfio -

Muy hermoso tanto el poema, como la persona. Este fin de semana fue algo inolvidable y desde aquí, doy las gracias a esas dos personas por su invitacion al sueño.