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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

AYER MISMO

AYER MISMO

Estaba cantando ayer mismo al borde de la melancolía

por eso me han crecido los geranios a la altura del aliento

como enraizándose en las madrugadas

donde las manos se palpan la conciencia difusa.

¡Qué lejana resulta hoy la tormenta del olvido!

Las lágrimas son sólo un recuerdo en los calendarios ambigüos

del hombre que camina desvirtuando puentes.

Ayer mismo estaba mutilándome la esperanza

por eso, quizás, hoy canto en los nidos de la calandria virgen

y me han dado la bienvenida con abanicos de plumas enamoradas.

¡Qué distinto resulta el mundo cuando lo observas desde la altura de los sueños!

2 comentarios

Vicente Llorente -

Me encanta el poema. El último verso es para recitarlo a todas horas y recordar (recordarnos) dónde se esconde la pasión de este oficio que es vivir.
Gracias siempre, amiga.

David -

Precioso. Vamos, que acabas de contagiarme esa alegría primaveral a estas alturas de septiembre... Saludos

David