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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

APENAS

APENAS

He terminado el día con el llanto acumulado en las costillas,

la sonrisa, deshenebrada, en la boca del estómago

y un inquisitivo reflujo de nostalgia

encaramándose en la memoria.

Hubiera preferido iniciar la noche comiéndote los huesos,

oficiando misas tántricas a la altura del silencio,

reptando serranías audaces en los precipicios de tus ingles.

Pero,

      ya ves,

            cuando quisiste volver apenas me acordaba de tu nombre.

5 comentarios

belita -

Eso tiene el tiempo de cruel y de sabio, borra lo bueno pero también lo malo.

pier -

Es que el tiempo a veces es maldito..Y se lleva consigo hasta el olvido.
abrazos.

manuel rubiales -

...Oficiando misas tántricas a la altura del silencio..." Es sublime Sacra, francamente.
Vino y besos

Clarisa -

Como dijo Pablo Milanés: "El tiempo, el implacable, el que pasó...". Qué fácil es olvidar un nombre, qué difícil asimilarlo... Muak

Damián -

Pero que brutal!!!!!!!!!!!
Yo flipo contigo.
Hay veces que dejaría el trabajo o cualquier cosa que esté haciendo para ir en tu busca y darte las gracias por escribir.
Un besazo.