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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

ENTRE PALMA Y PALMA... COLIFLOR

ENTRE PALMA Y PALMA... COLIFLOR

¿Tú te acuerdas, Luisita, lo bien que celebrábamos en nuestra infancia este día de los Ramos?... Yo no sabía muy bien a santo de qué me llevaban todo el día con la palmera a cuestas que, no es por nada, pero molestar molestaba lo suyo, que una cosa es el folcklore propio de las fechas y otra el martirio infantil en toda su crudeza. Eran otros tiempos... claro... el miedo nos hacía ir a todos los sitios donde nos mandaba la iglesia, que lo del pecado mortal no nos gustaba mucho... y eso que mi abuela era de las que decía que prefería ir al infierno por aquello de estar con los toreros y las artistas... ya ves, la pobre, más buena que Marisol, estará en el cielo aburrida como una ostra... Por cierto: ¿por qué dirán eso de más aburrida que una ostra?... ¿será que la ostra se queda recogidica en sí misma con su propia cáscara y su perla mismamente?... igual es que no tiene vida social en todo el mar... ¡Qué razón tienen las otras y qué listas que son!, si es que cada vez a una le apetece menos eso de salir por ahí... ¡Qué la vida está muy cara, Luisita!... Pero a lo que iba... ¿Te acuerdas cuando nos decían aquello de que "en Domingo de Ramos el que no estrena no tiene manos"?... vamos que yo, aunque fueran unas bragas tenía que estrenar, que no quería quedarme manquica para los restos, que ya me habían contado a mí las monjas que la ira de Dios era infalible...Pues eso que, bien maqueás y a la procesión con la palma y luego, a la Plaza Castelar a encontrarte con todo el mundo y luego, si había ido bien la faena esa semana, a tomarte un "vermutico" por algún "barecico" de la calle Jardines... Eran otros tiempos... Ala, que me voy a poner a cocer la coliflor que yo, por si acaso, ya empiezo con lo de no comer carne, haber estudiado en un colegio de monjas es lo que tiene, por muchas modernidades que nos vengan siempre nos queda el fantasma del miedo al infierno... ¡Qué generación la nuestra, Luisita!

2 comentarios

Laleti -

Jajajajajaja menos mal que yo fuí la "generación arenal" porque no habia año que no te fueras para allá, ¡y casi todos los días! porque no solo te ibas con tus padres, es que también hacias excursion con el cole y con la Parroquia. Aún hoy me pregunto como eramos tan valientes, porque habia que ver la cantidad de mierdad que la "cuestica" escondía entre la arena. En fín, ahora nos tenemos que conformar con San Crispín o con cualquier parque desolador de Ela, donde te tienes que poner debajo de un banco porque si no, no hay forma de que te de la sombra. Besos!!

Mª O -

Yo lo llamo "la Generación perdida". ¡Tanto que sabemos por experiencia adquirida, y que no podemos aplicar por aspiración de vida!.