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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

SIN RESPUESTA

SIN RESPUESTA

No he querido coger el teléfono. Sabía que era ella pero lo he dejado sonar hasta que la soledad ha inundado el espacio con un llamamiento agónico de distancia y olvido. Sabía que la ira naufragaba entre el alambre buscando una culpa que no es de nadie, que no reconoce el viento, ni siquiera esta desazón de tiempo perdido, invertebrado y difuso. Al final, el monótono latido del timbre se ha hecho habitual entre la sopa de letras y la media naranja -zumo almibarado de agria costumbre-. Al final, cuando deja de sonar, sólo resulta una pausa desgarrada que abre heridas, silenciosamente, más allá de todo perdón. No he querido coger el teléfono y, por primera vez, no me siento culpable.

12 comentarios

Sacra -

Luisana: Se llega... siempre se llega, aunque parezca un imposible.
Bienvenida seas siempre... siempre.

MORGANA -

¡NO TIENES NI IDEA DE LA ALEGRIA QUE ME ACABAS DE DAR!
CADA UNO TENEMOS UN TIEMPO DE ESPERA Y DE RESPUESTA, DE EMOCION Y DE COMPRENSION, DE DEJARSE LLEVAR Y DE DECIR, ¡POR FIN YA ESTOY AQUI!
TE QUIERO MUCHO.

Sacra -

Igual que los aromas o los sabores, así los sonidos forman parte de nuestro universo sensitivo y nos evocan todo tiempo de reacciones. Imagina que eso significa que seguimos vivos, afortunadamente.
Gracias Yahuan, un abrazo fuerte.

Yahuan -

Hubo una época en la que oír sonar el teléfono me producía tanta desazón..., es curioso cómo podemos cargar de sentimientos los sonidos.

P.D.: También me pasaba con el sonido del despertador

Sacra -

Yo también estoy en el camino, Xanela, un buen silencio nos libra de tantas tempestades...y aún así sigo sin conocer la medida exacta o la pausa precisa.
Estamos en el camino y eso es lo importante.
Un beso grande.

A do outro lado da xanela -

Estoy aprendiendo a hacer lo mismo, después de mucho tiempo he aprendido que a veces el silencio (aunque sea forzado) es la mejor opción.

Beso!

Sacra -

Mao: tanto el silencio como la espera duelen, por no acabar herida mortalmente por el encuentro y la palabra. Un beso.

Damián: sabes que mi teléfono se descuelga él mismo cada vez que llamas, ¿cómo no hacerlo si traes la primavera a esta casa?... Besos inmensos.

Sacra -

Manuel: para mí también aparece en blanco y negro. Menos mal que hay visitas que impregnan dulces pinceladas de color. Un abrazo intenso e inmenso.

Annabel: gracias por encontrarte de nuevo por aquí y dejar tu verdad, hecha cerezas, en mi ventana. Un abrazo.

Damián -

Reconozco unos versos cuando salen verdaderamente de las tripas.
Ole, Ole y Ole.
Espero que a mí siempre me cojas el teléfono con una sonrisa.

Mao -

Un silencio quebrado por la espera.

Annabel -

La distancia a veces es necesaria para poder reencontrarse después.

manuel rubiales -

es como una escena filmica de esas que le añades una pizca de "blancosynegros", un poco de música ambiental y ya te sirve para describir toda una historia, condensada pero intensa.
Vino y besos