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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

HONDURA

HONDURA

A veces el destino nos deja una sombra de beso marchito

en los acostumbrados labios del desaliento,

en los aletargados miembros del infortunio

que anhelan la caricia, el tiempo eterno

de aquello que sólo el azar firma con su nombre.

¡Es tan fácil perderse en el llanto!

Para el corazón se hicieron las heridas más hondas

y para el alma del hombre

el silencio infinito, el perdón y el pecado.

 

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