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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

EN EL MERCADO

EN EL MERCADO

Póngame dos lonchas de confianza, de esa deshuesada, con aroma a eternidad.

Como cuarto y mitad de frambuesas líricas.

Dos racimos de esperanza y un tarro de pimienta y versos.

Me gusta venir al mercado para asomarme a la vida.

Hoy tengo invitados y mis viandas tiemblan  con el habitual hastío

de la soledad que supura salsa de nueces amargas.

Ese queso parece fresco, como recién ordeñado del aliento,

y a través de esa manzana se ve la lluvia,

la que va empapando verdades a medias,

la que inmortaliza semillas huecas de sufrimiento y penitencia.

Me gusta venir al mercado para desnudar los sueños.

Quizás unos crustáceos, felizmente enamorados,

que sepan tonadas de corsarios tuertos y salvajes.

Con unos gramos de cordura tendré bastante, la suficiente

como para no agriar una velada de inhóspitos abrazos.

Esas frutas parecen rescatadas del más febril deseo,

con una pieza tendré bastante, no quiero abusar de las llamas,

sólo el pecado, en pequeñas dosis, resulta digestivo.

Una pizca de tomillo, dos gotas de puro oxígeno, aguacate y somnolencia

y esta túnica desinhibida macerando en la memoria.

Me gusta venir al mercado para arrastrarme por el mundo,

para mezclarme entre la mercancía, para hacerme comestible y digerible,

sabrosa y entrañable,

para soñar que yo también puedo ser apetitosa si me lo propongo.

8 comentarios

Maite Sánchez -

Es sencillamente genial, ese torbellino de imágenes bellas, disparatadas, profundas y encantadoras. Hasta me ha hecho sonreir.
Un fuerte abrazo.

Eloy -

Entre la tristeza de Cernuda y este derroche de testuras, aromas y sabores; sueños envolventes, emociones insinuantes y fantasías sin límite. Me quedo con el nercado de tu persona que se bien tiene una oferta, que no crea que pueda superar "La boquería" que es el mercado más variado que conozco.
Un abrazo Sacra

Damián -

Mi admirada Sacra, otra clase magistral de lo que es dar sentido a las palabras apenas jugando con ellas.
Chapó!
No sólo conseguiste hacerte digestible y comestible, sino necesariamente deseable.
Besos

annabel -

Hermoso, muy hermoso. Tienes un don, niña. Y apetitosa sin que te lo propongas, te sale.
Un besico.


Leti -

La verdad es que despues de ller esto a una le entran ganas de ir al mercado y comprar... Me encanta.

Smyle -

Me he quedado sin palabras.
Mira que yo exploto metáforas, pero qué genialidades has escrito.

Te dejaría una frase filosófica y envuelta en secretismo, pero... No me sale nada.

Un saludo muy fuerte.

capitan garfio -

Me ha gustado mucho,por cierto,¿a que mercado dices que vas?..Besos

Dani -

Qué bueno! Cada vez que hago la cola en la frutería y en la charcutería, los alimentos también se convierten, delante de mis narices, en metáforas de lo hay más allá de los detectores de códigos de barras. Pero jamás habría sabido hacer una composición así. ¡Bravo!

Saludos a Sacra y Capitán, con vértigo.