TE RECORDAMOS...PAUL NEWMAN
Sólo un mínimo espanto, como el que produce la gata sobre el tejado de zinc; el letargo intencionado cuando osas vislumbrar el golpe del destino o esa magnitud de silencio incontenible que te produce sentirte marcado por el odio. Así es, sólo en la ausencia de malicia conseguimos atrapar aquel dulce pájaro de juventud, el mismo que nos otorgó el premio cuando, al caer el sol, recogimos la brújula que nos llevó camino a la perdición. Hace tiempo que nos desterraron de aquel largo y cálido verano y ahora andamos, con el agua al cuello, buscando el efecto de los rayos gamma sobre las margaritas, con un mensaje en la botella del aliento, como dos hombres y un destino que se agazaparan en un aeropuerto donde se inmola la vida cual coloso en llamas. Nunca tuvo ni un pelo de tonto por eso, cuando llegó su hora, el juez de la horca le propuso un vuelo de silencios estelares tras su veredicto final aunque todos sabían de su tristeza y que nunca le conmovió el color del dinero. Nada es igual desde entonces, pero no importa, la lluvia como la densidad de sus ojos siguen siendo, todavía, un enigma por resolver.
2 comentarios
David -
A do outro lado da xanela -
No me gustaría saber nunca el porqué de la mirada de ese hombre. que cada cual piense lo que quiera.
Un besazo