SE MIRA
Se mira.
Se anuncia.
Se insinúa.
Se desembaraza del tedio y del olvido,
de la magnitud ambigüa del reflejo,
de la insistente perpetuidad de la rutina.
Se mira observada,
angelicalmente profana,
desestructurada y taciturna,
virgen en la deslealtad de sus neuronas.
Se mira.
Se inventa.
Se enamora.
Se queda sola, eternamente,
en el lienzo de sus retinas.
(Ilustración: "La Venus del espejo" - Velázquez)
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