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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

NOCHE CERRADA

NOCHE CERRADA

El amor se impregna de paradojas inocentes:

las manos que se buscan y se huyen,

los brazos que, excitados, caen al vacío de los huesos

y ruedan, invertebrados, como peces tropicales

en los glaciares del silencio

y otros brazos, los mismos que ansían

van reverberando el gozo de la primera luz.

Los ojos que se miran y se huyen,

se escapan entre dédalos de olvido

donde el hombre huye de su conciencia.

La piel, erizada en la primera espina,

azul y primigenia

de los deseos dormidos,

se enfrenta al valle silencioso

de la túnica mortecina del desencuentro.

Se buscan. Se desean.

Ignoran el latido y su constancia

y la eterna costumbre y esa prisa

de querer encarcelar un encuentro

en la eterna despedida de los muertos.

Se sueñan, se respiran sin palabras

y siempre están lejos,

y siempre están cerca

como si el mundo sólo fuera un pañuelo

de eternas lágrimas sin concebir.

Las manos, los brazos, los ojos, la piel...

el corazón lanza el mensaje,

el corazón lo recibe

pero ya es noche cerrada

para estas cosas del amor.

 

2 comentarios

Mª José -

Noche cerrada...ojos...abrazos...piel....
se puede decir y expresar mejor?
Abrazos

Damián -

En esta tarde de domingo y lluvia, mientras leo tu genialidad de sentimientos escuchando a Silvio, nada más necesito para ser feliz
Te quiero un huevooooo!!!!!!!!