Que no, Maritere, que no. Que aunque sólo sea por civismo y respeto, propiamente dicho, a las razas humanas y animales. Que está muy bien eso de tener mascota en casa, que quedan muy monos y muy graciosos, sobre todo cuando los sacas de la peluquería, con esos moños artesanales que se los llenan de lazos y plumones, vamos que ya quisiera la Marujita Díaz. Que yo sé que a las pobres criaturicas hay que sacarlas a que hagan sus cosas en la calle pero... ¡chica, un poco de cuidao, por Dios!... Yo sé que hay muchos viejos que les cuesta agacharse para recoger el asunto pero, ya que los perros cada día están más inteligentes, ¡que los enseñen a cagar en alto!... Que no, Maritere, que esto es una sinvergonzonería y una sinrazón... que no hay día que no me lleve alguna pegada en la suela del zapato y, claro, con aquello de que pisar una catalina te da suerte... yo estoy haciendo rico al que vende los cupones en mi barrio... y ahora que lo pienso, a ver si va a ser él el que las va dejando por ahí... Vamos a ver, si yo lo comprendo todo, hasta lo que nadie comprende porque es incomprensible del todo y hasta irreconocible, pues hasta eso lo comprendo yo, ¡que tengo un corazón que no me cabe entre las costillas!, ¡que nos conocemos muchos años, Maritere!... Pero una cosa es la comprensión y otra la aprensión. Yo sé que hay que sacarlos a la calle, a que les dé el aire, el fresco matutino y el resol mañanero, tú lo sabes bien, yo toda la vida de Dios he tenido animalicos en casa, que soy muy buena y muy cariñosa con todo lo viviente,y a la calle los he sacado a todos, pero si hasta mi hamster Mariano, iba relimpio cuando lo sacaba, ¿y qué me dices de la tortuga Candelaria?... ¡con el ajax pino que le daba yo al caparazón y se me quedaba con un brillo que ya quisieran muchas!... Pero yo tengo conciencia y pensamientos universales... que una no puede ir por la vida diciendo: "como pago impuestos, esta es mi acera y aquí me la espolso"... ahora que yo, en cuanto vea a la alcaldesa, se lo pienso decir, que estos políticos mucho prometer antes de las votaciones y luego, mira, la casa sin barrer y el pueblo hecho un asco. Ale, que te dejo, que me voy a ver si peino al periquito, que hoy se le ha antojado que le carde la cresta. ¡Si es que de buena que soy parezco hasta virgen!
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Clarisa -