CERRANDO EL PUENTE
Que sí Emilita... que ya tengo yo ganas de que vuelva la normalidad de todos los días... que tanta fiesta no puede ser y los cuerpos y las metes se acostumbran rápidamente a tanto desvarajuste... menos mal que hoy, si Dios quiere, ya cerramos el puente, esta noche ponemos el candado y...¡ala, otro año más sin pisar, ni siquiera, el Caribe!... ¿Qué te voy a contar yo?... mira, aquí, en el michelín derecho, tirando como para las posaderas... ahí tengo yo todas las toñas, retenidas, como descansando de la disgestión y sin ánimo de salirse por ningún lado... que por aquello de no irnos a ningún sitio y también, para que negarlo, por lo de la tradición y la gula, nos hemos puesto morados a comer dulces... ¡hasta el huevo de la mona caía como sin sentido!... ahora pasa lo que pasa, que me voy a tener que poner con la dieta más severa que encuentre, que de aquí al uno de agosto tengo que perder por lo menos... quinientos gramos... que no tengo yo la economía como para comprarme otro bañador este verano... Eso, Emilita, hija mía... volver a lo normal... a la ollica... a pasar el mocho sin que te pisen lo fregao... a la telenovela de todos los días... a la emoción de ir a comprar el pan y cerrar los ojos para no caer en la tentación de las ensaimadas...vamos...¡la alegría de vivir!... Si es lo que yo te digo, a los pobres como nosotros no nos interesan tantos días de fiesta... en esta casa, como en muchas, día que no trabajas, día que no cobras... y como no tenemos ni para hacernos un viajico aunque fuera al "Chinorlé"... te quedas en casa y, para matar el tiempo, te hinchas a comer, que no es que sea gratis pero es más barato que hacer las maletas... ¡ay, qué vida esta!... por cierto, digo yo, que tú ya con cincuenta y muchos, camino de los sesenta, ya te podías llamar Emilia ¿no?
2 comentarios
Mª O -
capitan garfio -