LIBROS... ¿DÓNDE?
¿Dónde van los versos que nunca se escriben?...Quizás se queden prendidos de las cortinas, hilándose en la ambiguedad del desatino, agazapados entre los párpados que se miran con deseo y costumbre, latiendo sobre los folios con un temblor de gramática imprecisa.
¿Dónde se esconden los cuentos que no se cuentan?... Tal vez se imprimen en la soledad de las caricias, en la algarabía de los encuentros inventados, en la imaginaria verdad de los transeúntes que viajan en autobuses plagados de gnomos infelices.
¿Dónde se ausentan las novelas no engendradas?... ¿Acaso se incineran en un aquelarre de olvido inmaculado?... Retoman el vuelo y se diseminan en estaciones perdidas de inviernos interminables, se maceran y rebozan, con la destreza de un aprendiz de vagabundo.
¿Dónde se esconden tantas páginas que nunca verán la luz del universo?... ¿No será que las musas, en su egocéntrico deseo de vanidad, se las llevan a las moradas perdidas de la belleza interminable?... ¿O los dioses, celosos de la libertad del alma humana, las encarcelen en bacanales de néctar y ambrosía?...
Nada que del amor surja se pierde en el vacío. Todavía queda mucho por decir, por amar, por rescatar y, sobre todo, por silenciar. Los libros publicados, a menudo, no son más que deseos que van del papel al olvido de una biblioteca, a la soledad de un destinatario sin alas, al hueco de un pasaporte baldío timbrado entre paredes de plomiza desventura. Por fortuna aún queda mucho por escribir aunque nunca se escriba.
3 comentarios
Clarisa -
Muak
Leticia -
Bego -
Ni el mundo ni yo te lo perdonaríamos.