REINVENTÁNDONOS
No hay más noche que esta noche desierta
en la que los arcángeles han probado las uvas del paraíso,
las estáticas manzanas de los deseos
y han sido humanos, fugaces, absurdos
como el último aliento de los moribundos.
No hay más noche, más acicalada luna,
que este espacio gutural y profundo
en el que me desmembro, eternamente en fuga,
por los absurdos recovecos del silencio...
Para mí será también el holocausto
cuando ya no queden ni alas ni besos
que nos salven de esta mediocridad inmensa
en la que nos inventamos nuevos.
3 comentarios
Rosa -
Muuuuakkkk
A do outro lado da xanela -
O, lo que es más importante... ¿dejaremos que alguien no salve?
un besazo, maga de las palabras
Clarisa -
Muakkkk