5 de JUNIO - DÍA LORQUIANO
¡Ay...
qué sería de mí sin ti,
sin la lontananza de tus huesos ciegos,
sin el vagabundo elixir de tu memoria,
sin el acicalado acento de tu distancia!
Como incubando pozos en las retinas
te sumerges en la noche gris de los cobardes
y vas desenterrando gladiolos de sangre
en la ingenua desnudez de los senderos.
(He tenido que sollozarte a escondidas
para cubrirme, después, con la desnudez de aquel verso
que quedó cantando en la desolación de la guitarra,
tú ya sabes que soy de intimidad fácil
por eso aún sigo buscándote en aquel olivo perdido de memorias irreconocibles.)
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