UN MARTES
Si me levanto con un martes
pesándome en los hombros,
y el cielo está nublado,
y la monotonía, la melancolía,
se deslizan por mi ventana...
Si abro los ojos
y no quiero recordar mi nombre,
y las neuronas, entumecidas,
desearían un letargo eterno y piadoso...
Si la luz es un reflejo de bombillas,
y la voz un oscuro dialecto
de patio vecinal,
un atronador murmullo de bocinas,
de exasperado tráfico matutino...
Si este hoy es igual a todos...
Sólo espero que vuelvas del trabajo
y me mires con los ojos llenos
de saltos de agua
y astros incandescentes.
Sólo con tu serena presencia
haces de este martes un día diferente.
de "La Revolución del Llanto" (Ediciones Torremozas-1994)
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