BRECHT... QUERIDO SIEMPRE
Honramos tu memoria. Te amamos, incluso algunos, en un afán de de creatividad incipiente, te hemos "elogio-plagiado" buscándo la raíz azul de nuestra enamorada rabia hacia el mundo. Fue un día como hoy, rondaba el año 1956 y la espada cayó junto a la pluma y al verso... la tristeza se asomaba por los balcones de la retina de un mendigo y alguien gritó tu nombre desde las bambalinas del último teatro del mundo... Hoy no he comprado flores, mi querido Bertolt, con los que decorar tu tumba, sólo tengo tus versos que, como ves, siguen siendo el legado para toda una eternidad de poetas que laten al borde de los folios en blanco.
A LOS HOMBRES FUTUROS
Verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.
Es insensata la palabra ingenua. Una frente lisa
revela insensabilidad. El que ríe
es que no ha oído aún la noticia terrible,
aún no le ha llegado.
¡Qué tiempos éstos en que
hablar sobre árboles es casi un crimen
porque supone callar sobre tantas alevosías!
Ese hombre que va tranquilamente por la calle,
¿lo encontrarán sus amigos
cuando lo necesiten?
Es cierto que aún me gano la vida.
Pero, creedme, es pura casualidad. Nada
de lo que hago me da derecho a hartarme.
Por casualidad me he librado. (Si mi suerte acabara,
estaría perdido.)
Me dicen: "¡Come y bebe! ¡Goza de lo que tienes!"
Pero ¿cómo puedo comer y beber
si al hambriento le quito lo que como
y mi vaso de agua le hace falta al sediento?
Y, sin embargo, como y bebo.
Me gustaría ser sabio también.
Los viejos libros explican la sabiduría:
apartarse de las luchas del mundo y transcurrir
sin inquietudes nuestro breve tiempo.
Librarse de la violencia,
dar bien por mal,
no satisfacer los deseos y hasta
olvidarlos: tal es la sabiduría.
Pero yo no puedo hacer nada de esto:
verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.
Bertolt Brecht, "Poemas y canciones"
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capitan garfio -