AMAMANTANDO
De tanto parir mariposas azules
tengo el útero desbordado de polvo de hadas.
Así, con la sencillez del que inventa un génesis
bajo un manzano que tiembla
caricias de pecados inconfesables.
Intentan que desista con pinzamientos lumbares,
con agónicos pellizcos de melancolía,
con súbitos ataques de pánico en la sonrísa.
Sólo un anticonceptivo para el odio,
un abortivo para las especuladoras neuronas,
me hará desistir de mi multiplicadora labor frutal.
Sólo estas criaturas imperfectas me harán libre
por eso sigo amamantando estrellas
cuando nadie me ve.
3 comentarios
Bego -
Y sólo tú puedes escribirlo así.
Abrazos miles.
Katia -
Un placer saborear tu verso.
Un beso.
manuel rubiales -
Amamantando estrellas... joder, es sublime.
Vino y besos