MUERTE POÉTICA
Acabó atragantándose
con la cáustica soledad de su saliva.
Nadie le dijo que el oxígeno es libre
y que en la intimidad de los pulmones
se vuelve océano de fructíferos futuros.
Murió sin el abrigo de una lágrima,
sin la compasión del más débil suspiro.
Ahora es sólo un espectro que busca sílabas
en las rimas imperfectas de mis poemas.
3 comentarios
Annabel -
Damián -
Gracias y un besote
David -