LOS ACANTILADOS DE LA MEMORIA
A la luna se le ha puesto cara de verso enamorado,
de mimética escultura sazonando planetas
con la ambrosía errante de una primavera virgen.
Este otoño, de infinitos rincones,
viene engendrando noches de pletóricas hiedras
que reptan, sinuosas, por los paisajes de la esperanza.
Tengo que desnudarme ahora
para ya no olvidar la semblanza que nos viene
devorando la distancia,
para ya no saberme presa del llanto
que esculpe cavernas en el horizonte de la muerte.
Tengo que tiznar la piel de maná y muérdago
para ya no sentirme lejos de esa esperanza
que brota en todos los acantilados de la memoria.
3 comentarios
... -
Un saludo
manuel rubiales -
Damián -
Buscaré la cara de verso enamorado de la luna esta noche.