SI QUIERES
Para habitar mi silencio tienes que venir desnudo como el llanto,
amargo como el abrazo moribundo de una despedida enamorada,
ingenuo como la eternidad plomiza de una infancia hecha olvido.
Para cohabitar en esta soledad que me visten las mañanas de domingo
tienes que ofrecerme una eutanasia de jazmines vírgenes,
un holocausto de verdades precisas entre interrogantes auroras,
un cataclismo azul irradiando cánceres de melancolía.
Que ya me voy quedando a la intemperie del tiempo con lo pies descalzos,
con el hambre entre escombros de sorpresas baldías
y con este corazón quebrado siempre por el hastío de la historia.
3 comentarios
Trini -
Porque llega un momento en la vida, que menos, nos sobra...
Besos
Anita -
Un placer leerte, como siempre.
Besos!
Rubi -