LA ETERNIDAD
a mi abuela María
Algún día, esta eternidad que hoy nos separa,
nos devolverá al borde del verso enamorado,
de la súplica precisa con engarces de luna,
de la clarividencia enamorada donde suspira el aire.
Estamos destinadas a hablarnos con los iris quebrados,
con la augusta soledad de los labios que bucean
entre las lluvias que inmolan melancólicos ocasos.
Pero algún día, en algún remoto paisaje de universos limpios,
podremos sentarnos a escuchar la luz del latido,
tú sabes que la sangre nos reclama con maromas de esperanza
y el futuro abre puertas para un reencuentro de eternos abrazos.
3 comentarios
fErNaNdo -
Rubí -
Me enterneciste con tus palabras escritas, muy lindas.
Te dejo muchos besos!!
Leti -