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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

EMPEZAR A MORIR

EMPEZAR A MORIR

A veces se empieza a morir despacio,

casi como desdentándose en el lácteo arrecife de la lluvia,

en este abrazo que nos encuentra, ingénuos,

en la oscura prestancia del infinito.

Se empieza a desvivir lentamente

arropada bajo el magma del aburrimiento y la hambruna,

incubando tempestades de olvido perenne

en las sutiles soledades de los pozo vacíos.

Y entonces, como sin nombre,

se inyecta la vida de interrogantes sin preguntas,

de ocasos sin horizonte,

de adioses sin despedida.

¿Qué oscura desazón traerá el filo de su guadaña

en el instante infeliz y copioso de la muerte?

Se empieza a fenecer cuando

sólo quedan puntos suspensivos en la esperanza.

4 comentarios

Nacho -

Me recuerdan tus versos a una canción de Celtas Cortos, "la senda del tiempo":

"A veces llega un momento en que te haces viejo de repente, sin arrugas en la frente, pero con ganas de morir. Paseando por las calles todo tiene igual color; siento que algo echo en falta, no sé si será el amor".

Bonitas palabras. Un saludo.

Damián -

A veces no se que decir...
Gracias.

A do outro lado da xanela -

Los dos últimos versos, directos a mi archivo de palabras para el recuerdo.

Beso!

Vicente -

Querida Sacra: Me he enamorado de este poema. Las palabras, el rítmo y el último verso... perfecto.
Eres grande, amiga.
Besos y versos.