LA FE...
La fe es un sentimiento extraño. Tan pronto sabe a cera penitente como a campana de luz. Tanto suena a repique de mortandad y pecado como a júbilo anunciador de la primavera más limpia. Es la elástica moral que nos protege de hogueras imaginarias, el severo holocausto de bondades inminentes, el yo finito frente a la eternidad de un mundo con apellidos y bolsillos tan caducos como el olvido.
La fe es ese monosílabo persistente con el que nos abonan la infancia entre pecados y culpas que no nos pertenecen. Es la manzana que no comemos por alergia a las serpientes, la zarza que arde entre milagros sobre tablas y mandamientos irreconocibles, esos peces que se vuelven miles sobre panes, virtualmente, invisibles.
La fe es siempre ese íntimo momento que nos conecta a la infancia en la que creemos en la resurrección de la esperanza, en la verdad energética de los chicles de fresa o en el potencial nutritivo de los gusanitos con chocolate. La fe es ese latido impreciso que oscila entre un collar de macarrones, pintado con témperas, y ese pisapapeles con cara de payaso, hecho lentamente al calor de una imaginación temprana.
A pesar de todo la fe permanece, más allá de la crítica y la lógica, más allá de los escépticos y los pluscuamperfectos, más allá de los advenedizos y los inmortales... Debe ser una especie de virus que nos inoculan al nacer y cuya vacuna sólo nos hace efecto después de muertos... Creemos más allá de los pergaminos y los sacramentos, más lejos de los milagros y las divinidades, mucho más en silencio que los sánscritos y los exorcismos, más necesario que los palios y los griales perdidos.
Yo creo en ti, humanidad imperfecta y gloriosa. Creo en ti... y, hoy, también en mí.
4 comentarios
manuel rubiales -
Damián -
Aumentas también mi fe.
pier -
Buen martes.
Abrazos.
A do outro lado da xanela -
Para mi la fe es algo más complejo, desvinculado en mi caso de cualquier intento de comprender dogmas religiosos. Para mí la fe es algo que nos ayuda a seguir levantándonos de la cama a pesar de ver como va el mundo.
beso!