LOS 'DIVERTIMENTOS' DE ANTONIO PORPETTA
VIRGEN
La única distracción celestial de aquella virgen era la tertulia diaria con un grupo de patriarcas, santos, mártires, beatos y confesores.
Alguien la oyó murmurar "Si yo lo llego a saber..."
LEVITACIÓN
En el coro, en pleno rezo de maitines, la hermana Eduvigis de la Consolación entró en éxtasis y levitó hacia las alturas, ante el asombro de la comunidad.
El diagnóstico médico fue: traumatismo craneoencefálico. Muy grave.
DISTRAÍDO
Era un magnífico escritor, pero un hombre muy distraído.
Si hubiera tenido la precaución de conectar su ordenador, hoy tendría una obra francamente interesante.
LICÁNTROPO
Las desgracias nunca vienen solas: aquel licántropo era, además, poeta.
En los plenilunios lo pasaba fatal.
ANTONIO PORPETTA "Historias mínimas y otros divertimentos" (Huerga & Fierro editores, 2009)
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