HACERSE VIEJO
Pues sí, Maripichón, últimamente me cuesta mucho escribir. Las reglas se me vienen cuesta arriba (las ortográficas y las otras) y ya voy perdiendo inspiración como si, en cada sílaba, me costara encontrar la raíz ignota del suspiro, el fonema crepuscular del abrazo o la diéresis simplista del aliento. Son muchas las preguntas y pocas las respuestas, demasiados acertijos para un corazón que, a veces, se cansa de latir de forma tan desaforada. Tanto escribir para llegar al mismo sitio: a la nada de un papel en blanco que, seguirá siendo virgen, sin los ojos del lector que los aliente. Que no, que no es cuestión de desánimo, es más bien azote de realidad, esa verdad que se nos cuela, como una culebrilla venenosa, por las arterías descreídas de nuestra alma. Y es que, además, este otoño me está siendo especialmente seco, tristemente dañino, absurdo e ilógico como hacía tiempo que no me sucedía. ¿A ver si va a resultar que hacerse viejo es ésto?...
7 comentarios
Sacra -
Mao -
Es precioso lo escrito ¿y tú dudas de estar plenamente viva? Te quiero
Sacra -
Gracias, como siempre, por tus palabras y tu aliento.
Juana -
Capitán Garfio -
Buena canción eh !!!!!
Sacra -
(Luego, si quieres, te lo explico en lenguaje "pajaril")
Capitán Garfio -
Imagina si algún escritor de los que idolatras, hubiera pensado lo mismo, (que alguna vez se le pasaría por la cabeza), pero luego siguió escribiendo, para que tú lo leyeras un día.....se lo debes, nos lo debes.....
Te quiero...pichona mía