LA NAVIDAD... OTRA VEZ
Pues sí, Maricrisma, ya estamos de nuevo en navidad: la lotería y su ilusión baldía, las gambas congeladas por un bolsillo forzado, los polvorones con el aroma añejo del año pasado y el soporífero discurso televisivo con zambombas desconchadas y belenes sacrílegos. Hoy he visto a familias enteras buscando en los deshechos del supermercado bajo columnas millonarias de bombillas encendidas y me he desmentido a mí misma, nuevamente, queriéndome un poco menos para añorarme entre los huesos de los cuervos fugaces. Es lo que tienen estos tiempos de hipócritas calendarios, números en rojo sobre festividades fugaces y alegrías que suplantan la devastadora soledad del ser humano frente a su agónica necesidad de ser y respirar por encima de todo, por encima del íntimo impulso de sobrevivir con dignidad. Ahora sé, Maricrisma, que pensarás (como muchos lo piensan desde hace siglos) que soy la sombra oscura que eclipsa el brillo de las guirnaldas chispeantes y los domingos a mediodía, debe ser que con el barro que me fabricaron caducó en el mismo instante de fundirse en aquella costilla quebrada. Ahora cuelga el teléfono y déjame llorar hacia adentro, como lo hacen las rameras vírgenes que sueñan con edenes de plástico.
7 comentarios
Sacra -
Nos seguimos abrazando un año más. Besossss
noah -
Un abrazo sin guirnaldas
Sacra -
Os deseo lo mejor...siempre...
Ma O -
CYBRGHOST -
Eloy Palo Carballo -
Magistral Sacra, magistral, pero ya ves. La soledad se emborracha de multitudes para que tras la borrachera y al mirarse al espejo, se sienta más profunda.
Un abrazo desde mi consciente soledad.
fatima -