Blogia
SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

TALLER DEL ASOMBRO

PRIMER ENCUENTRO

PRIMER ENCUENTRO

                                                    A Xanela

Con  una nostalgia de edades impolutas

vienes, incendiando los paisajes

que en la madreselva brotan henchidos de distancia.

Hay un rumor de luz incandescente

más allá de las manos que inventan

dactilares sílabas con las que enhebrar el día;

y amanece torpemente, sobre las colinas que ansían

rocas volcánicas de mar,

horizontes salitres de espumas vírgenes,

algas fértiles de raíces y enigmas.

Vienes con la aureola intacta de los encontrados

en el vértice azul de la esperanza,

cruzas el umbral con la lluvia entre los ojos:

esta es mi casa, toma mi lámpara,

hoy cocinaremos versos, como siempre,

para resguardarnos de la tristeza de los días.

                (Un temblor de estrellas nos acogen en su olvido

                 y la eternidad se limita al encuentro de las manos.)

TALLER DEL ASOMBRO

TALLER DEL ASOMBRO

Hace unos años descubrí el placer de escribir versos, casi, de forma automática. Todo aquel que se acercaba a mi pequeño "taller" (una mesa vestida de bohemia en la zona histórica de Villena) se llevaba un puñado de versos que, como diminutas aves en busca del abrazo, salían de mi mano en los breves segundos que se tarda en afilar el diccionario con el latido preciso de un alma entregada. Ahí descubrí cual era mi oficio. Hoy, desde este rincón de ventanas abiertas al mundo, abro las puertas de mi taller nuevamente. Versos volátiles, instantáneos, imprecisos, entregados... versos urgentes y enamorados, díscolos, ausentes, desmedidos... Vuestro es el caudal de la tinta que me recorre las venas. Dejadme vuestro nombre (si queréis), aquello que os hace levantaros con la emoción en los ojos, con la caricia en las manos o con la tristeza en las derrotadas sienes. Yo os prometo el temblor de unos versos, la propiedad de unas sílabas que serán sólo vuestras como el oxígeno que os recorre pulmones adentro.... Para el mundo es mi oficio y, últimamente, siento como mi alma rebosa líricas que necesitan destinatario. ¿Os animáis?...