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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

TALLER DEL ASOMBRO

TODO LO PRECISO

TODO LO PRECISO

                                     A Antonio Santos

Todo lo que precisan mis manos está ahí:

un arcano corredor, una cortina de lluvia,

la sílaba díscola rebelde en la ortografía

y ese aroma a ir andando a tientas

entre la claridad y el destino del camino reencontrado.

Para no desnutrirme de tus besos

acabo firmando el contrato indefinido de los brazos

los mismos que nos envuelven en intimidades remotas.

Trae hasta mí las alturas de los  nardos,

el aroma de la verbena en agostos difuminados,

el sabor del perejil rebozando la distancia

entre caústicos ventanales de horizontes amplísimos.

Ven y desnudame la conciencia, como siempre,

para que se oree la memoria en voluntades perpetuas

que todo cuanto necesito hoy

lo llevas temblando entre los párpados enamorados de viento.

OCURRENCIAS

OCURRENCIAS

                             A Virginia González

Se nos acaba de ocurrir la idea perfecta

para soñarnos despacio en el tumulto del silencio,

en la oquedad profana, tétrica y profunda,

de una sonrisa abismal que inventan las hadas precisas

esas que vuelan en el mediodía de las cortinas de encaje.

Se nos acaba de ocurrir la forma de amar al prójimo

sin pecado ni cercanía,

así como de soslayo y de reojo,

como si andáramos haciendo cabriolas con la utopía,

la misma que nos reinventa en los atardeceres azules

de un Madrid encontrado al ras de la esperanza.

CRECIENDO AURORAS

CRECIENDO AURORAS

                    a Aurora Pérez

 

No sé por qué siempre he pensado que a ciertas personas

les crecen alas invisibles en mitad de las pupilas.

Yo sé que el silencio es una virtud

sólo comparable a las caricias

por eso, entre el algodón y la retama,

hay manos que invitan a descrecer tormentas y sembrar auroras.

Las hay que merecen llamarse con el vocablo justo y la luz precisa,

las hay que renuevan huellas en los andamios del mundo

y abren puertas infinitas de geografías eternas.

Yo sé que tus alas son de espumas celestes,

las veo siempre que, de improviso,

te quedas pensando en la altitud de la primavera,

esa cima que vive, eternamente,

entre las huellas laboriosas que te habitan.

No olvides que sólo unos pocos

se merecen el nombre con los que los bautizan

(y yo, lo sé por propia experiencia.)

POETAS DE MADRUGADA

POETAS DE MADRUGADA

              A Damián Varea

Una noche,

miraba por encima de los ojos del mundo

y estaban los suyos oteando la distancia,

dibujando geografías íntimas

como mapas de anatomías cercanas.

Yo sólo quería ser una sílaba distante,

la rima imperfecta que distorsiona en el tránsito

de los vespertinos pluscuamperfectos.

Encendí la radio y me supo a café desalmado

y, para colmo, añoro la nicotina de madrugada,

la que se fuma sin paladar,

la que se aspira con los pulmones velados del olvido.

Entonces pensé,

con la ancestral soledad de los insomnes:

"¡Qué tristes se quedan las manos

entre el vacío de los dioses!

¡Qué parquedad de barro para tanto hombre!"

Volví a mirar a los ojos del mundo,

pupila a pupila,

y me encontré con el paisaje íntimo

de sus huesos desbordando luz una vez más,

entonces pienso,

como el que le roba oxígeno a una orquídea:

"¡qué alegría de poetas que verán la gloria

de los papeles en blanco!"

SÓLO RECUERDO...

SÓLO RECUERDO...

                        A Yolanda

Ya no recuerdo que viento te trajo a mi casa

envuelta en solanas hambrientas de luz levantina,

qué olas, de tibios molinos,  te encumbraron desde las llanuras

navegando precoces en las riberas de la luz.

No se por qué ventana anduviste a tientas,

como cegada por cortinas de arcanos corredores,

ni cuál fue la puerta que, llevando tu nombre,

empujaste con la valentía de los amantes plenos.

Si tengo que hacer memoria no te pienso

por eso prefiero esta fiereza de presente azulado

donde las manos inventan cercanías de nube,

geografías inmersas en galáxias sin norte...

Apenas recuerdo detalles en los nombres,

se me escapa la imagen entre manteles de humo

y hay tildes descuidadas saltando entre las copas

donde el café se envenena con palabras confidentes.

Es lo que tienen las manos abiertas al abrazo,

el corazón galopando generosas catedrales de vida

y el amor entrelazando multitudes prodigiosas

donde fundirse en la eternidad punzante de los deseos.

No recuerdo el día, el sabor de las frutas o el color de mis zapatos,

sólo te reconozco a través de los siglos amándola

en voluntades celestes de inagotable alegría.

FELIZ CUMPLEAÑOS, te queremos...

DE HOMBRES Y DE MONTAÑAS

DE HOMBRES Y DE MONTAÑAS

                                  A Juan Manuel Maestre

A los montañeros se les pone cara de romero al llegar el mediodía

por eso, en el ocaso de las ciudades, buscan la sombra del cantueso,

la ingenua algarabía de la manzanilla,

el tímido contoneo de la albahaca enamorada.

El mundo reconoce sus huellas y su nombre

aunque huyen de los apellidos sellados en orlas de plata.

Saben más de lo que dicen y rezan menos de lo que inventan

por eso, las mochilas supuran esos enigmas ancestrales de verdades ocultas.

Poseen la estatura de la altitud que coronan

y sus botas guardan el barro primigenio que vio nacer al hombre,

sacerdotes del aire libre,

fulgurantes chamanes del horizonte,

lamas infinitos de soledades compartidas.

Quien los vio, en las madrugadas de la vida, encumbrándose a la luz de la esperanza

sabe de la generosidad que remansan sus cándidas pisadas

que allá donde posan los iris

brotan calcáreos amuletos de eternidad ilimitada.

AL FINAL...

AL FINAL...

              A Susi Femenía

Y, al final, sólo se espera una mínima recompensa,

el olvido del dolor,

el encuentro de la esperanza,

la transformación de los cántaros en bodas imaginarias.

Tanto trabajo baldío escapándose de las manos

como arena tímida que no encuentra playa.

¡Qué dolor de juventud que se lleva la parca

a los insondables naufragios de la memoria!

¡Qué densa tristeza de yertas latitudes

sobre pupilas inmóviles,

brazos generando huecos sin norte,

besos que ya no sabrán de la luz de la piel!

Y así,

desbordando orquídeas,

te desvaneces en la quietud de los ídos,

como si una soledad de ruiseñores

impusiera un silencio de trágicos siglos.

PROPIEDADES IMPROPIAS

PROPIEDADES IMPROPIAS

                                                A Daniel Esteve

Me quedo con la palabra precisa que acaricia el silencio,

con esa multitud de añoranzas que se enhebran,

cual abanico enamorado, en fulgurantes raíces e innaccesibles cimas.

Me quedo con la paz de un remanso

donde el tiempo naufraga entre libélulas blancas

e inventa sinfonías de acuáticas latitudes.

Me adjudico las pupilas curiosas, imberbes, emocionadas...

El latido ingenuo, la sopresa, el abrigo...

Las manos que siembran luz con dactilares auroras

y ese pasar por la vida sin prisa, como sin ruido.

Me apodero de esa presente invisibilidad

que nos envuelve en oleadas de romero virgen

y voy arañando aromas en los paisajes de su memoria.

Quisiera retener, sólo por un instante,  aquella ascensión gloriosa,

aquel pálpito azul, como de cielo recién nacido,

aquella fertilidad de amor desbocada y libre...

Sólo el tiempo y la entrega nos colma las mochilas

de verdades y experiencias,

sólo el tiempo y el amor al camino hacen que el hombre

llegue ileso hasta su único destino:

                                                                       la VIDA.

ASI SON LAS MAESTRAS

ASI SON LAS MAESTRAS

            A Mª Teresa González

(maestra de educación infantil del C.P. Miguel Hernández)

Al final una acaba sabiendo que es verdad

la leyenda aquella que habla de las maestras,

las que fabrican nubes con elixires mágicos

y que modelan niños con barro de azúcar;

las que tras un largo peregrinaje de cimas inocentes

se recogen en sus casas a enhebrar estrellas

o a bordar chisteras con lentejuelas doradas.

Son las mismas que se acicalan las manos con ungüentos milenarios

para ofrecer la caricia precisa en la justa austeridad del silencio

mientras erigen trampolines invisibles

en el recreo locuaz del calendario.

Se  les reconoce siempre por ese aroma a infancia recién descosida,

desmembrada de úteros fidelísimos y enamorados,

y se les ve sonreír, en instantes íntimos,

aleteando mariposas y amapolas.

Tienen la piel curtida de los héroes anónimos que habitan la distancia

por eso, en las noches de luna llena, emergen de sus pupitres

con armaduras de violines y espadas de rosas blancas.

Nadie sabe qué hacer con ellas cuando brotan del polen y las raíces,

cuando aletean, ociosas, entre los rayos tempranos de las pizarras desiertas,

de los valles anegados en acuarelas y grafitos azules.

Así son las maestras:

una laguna al principio de la vida

donde navegar por la placidez de la infancia.

FELIZ DÍA DE LA LETRA Q

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Las letras tienen sus días, sus pequeñas menstruaciones mágicas, sus ortos cabalgando entre columnas de festivos imaginarios. Las letras tienen su onomástica precisa y su cumpleaños dulce, elaborado y mínimo. Por eso hoy, con la solemnidad que representan a los niños y a los locos, declaro Día Mundial de la Letra Q. 

Hoy sólo escribo:

Quererte, queso, ¿quién?, química, quinto, quedarte...

Quijote, querido, quiebra, quieto, quimera...

¿Qué?, quintal, quiniela, quizás,quebranto, quemando...

Hoy sólo escribo la QUIETUD de  tu nombre y en él, enamorada,  me QUEDO.

EPISTOLARIO INTIMO

EPISTOLARIO INTIMO

                                                           A Pily González

Amiga querida, dos puntos,

recuérdame que hoy te diga, con el acento justo y la voluntad precisa,

que tras esas nubes de hadas inventadas, el mundo viene inyectando soledades

en la insípida memoria de los algodones.

Vivir en un valle te protege de algunas tempestades altivas

y una siempre puede aspirar a escalar las cimas ancestrales de los olivos,

los oráculos cambian, como las tristezas, según desde donde sople el viento y la memoria.

Recuérdame, también, por si me olvido de recordar,

que hoy sigue amaneciendo esperanza... pese a todo,

que hoy sigue amaneciendo lucha... pese a todo,

que hoy sigue amaneciendo amor, pese a todo los desenamorados del mundo,

pese a todos los mundanamente heridos por la lanza de la tristeza.

Te escribo porque así, yo misma, me hablo con el eco permeable de los dioses

que, por mucho que conozcan la utilidad de los enigmas, todavía desconocen la luz del misterio.

 

POESÍA LEGAL

POESÍA LEGAL

        a Vicente  Llorente

Ya han vuelto a crecer los sándalos en la esquina lacrimógena

donde se enamoran las farolas.

Te he dicho, millones de veces, que te cosas los bolsillos,

que ya está bien,

     que es insensato,

               indecentemente inderocoso,

eso de ir regalando semillas y violines,

violetas como escapularios pletóricos de risa.

¿Ves?... como sin quererlo, aunque necesitándolo,

a los olivos se les ha puesto cara de bienvenida enamorada

y ya no sé qué hacer con este jardín díscolo y profundo

que ha crecido en mitad de la calle, entre aceras desiertas

donde sólo se oye el tránsito crepuscular de los abrazos pagados.

        Es lo que tiene esta insana virtud de la poesía

        que en cuanto la legalizan ya no es lo mismo.

DUENDES CURATIVOS

DUENDES CURATIVOS

                                            A  Loren

Los duendes duermen en calcetines de terciopelo por eso, a ratos,

les sorprende la primavera desnudos al raso y con la sonrisa en el bolsillo.

Saben de leyes mágicas que nadie desconoce pero que todos olvidan

y se acomodan en la infancia, vestidos de esperanza, entre la vanidad de la inocencia

y la cálida concupiscencia de la melancolía.

Saben del efecto curativo del silencio entre la efervescencia frutal de las caricias

por eso, taciturnos y entregados, resuelven los enigmas con descansada alegría

entre sábanas y musgo o empujando barcas en lagos de primavera perenne.

Los duendes, cuando lo son, no se lo dicen a nadie hasta que un mayo cualquiera,

alguien con la lógica despistada y el sueño siempre alerta, los descubre enhebrando jazmines, 

entonces, sorpendido en la sorpresa, te invitan a surcar los horizontes de ciudades enamoradas,

allí donde vive el hada de sus sueños con las puertas de los ángeles abiertas.

(Quien vio alguno lo sabe por eso, a veces, sin lluvia, llueven caramelos.)

ANIMAL HERIDO

ANIMAL HERIDO

                                                            A Leti

A la locura se le ponen ojos de vampiresa herida

por eso, en las noches de luna llena, al sur de los Cárpatos de tu sonrisa,

un animal herido, de sangre abierta, baja a tomar aliento en las verdades diseminadas del olvido.

Es como andar a gatas en tejados inventados de ambrosía indiferente

o hacer pactos con los dioses que intercambian órdagos y pecados,

es como desembalar la rutina y dejarla macerar en tiestos imaginarios

que nadie mira por miedo a la primavera.

Quizás el cuento se reinventa a medida que nos amamos, por eso, aunque no lo parezca,

nos crecen nuevos brazos a la altura de la cintura, justo en el límite de la esperanza.

Estoy ansiando una multitud de nocturnas evidencias para temblarme callada

porque tú sabes que yo, sin miedo, soy como la noche intransitable de los mendigos

que, aún con lluvia, buscan el refugio gris de la desidia.

VIVIENDO UTOPÍAS

VIVIENDO UTOPÍAS

                     A Rosa

Quiere la soledad estar sola en su columpio de nubes

por eso a los melocotones se les amputa la tristeza

antes de que les crezcan alergías entre las sílabas.

He empezado a bordarte una enagüa de luna

con puntillas de cielo raso y vientos inmaculados.

Ya sabes que casi nunca presiento las desgracias ajenas

pero las alegrías me brotan en macetas miméticas,

justo al lado de las margaritas, a la derecha y al fondo de las joviales orquídeas.

En este mundo de distancias interminables,

de aguaceros infinitos en otoños imprecisos,

la vida agradece unos ojos como los tuyos

que van derramando planetas en la ambigüedad del olvido;

la vida agradece la frutal magnitud de tus brazos porque,

aunque nadie lo sepa, lo diga o lo imagine,

hemos sido bendecidas con la perpétua primavera de la utopía.

PROPIEDAD NO PRIVADA

PROPIEDAD NO PRIVADA

                               A Bego

Podéis entrar y molestar, aquí sólo se escribe poesía

y, para colmo de bienes, hay niños molestando a las tristezas,

lanzando salivazos de ternura en los ojos de los transeúntes que leen

sin faltas de ortografía.

Acabo de regar el último capítulo de un poema inacabado

y las tortitas me han salido como con sabor a sílaba enamorada

por eso voy a comprarme un paragüas  con tinta de cereza agridulce

para reír en las tristezas y sollozar, como sin ganas, en los nombres oscuros.

Podéis entrar, molestar las cortinas y el aliento a sandía temprana,

podéis ser esos okupas huidizos que acaban llenando el humo de la noche

con nubes innecesarias de algodonada alegría.

Esta es mi casa, la primavera de mi alma.

Propiedad no privada para los corazones virgenes vestidos de esperanza.

BARCOS DE PAPEL

BARCOS DE PAPEL

                                                      A  Yolanda

A veces me viene la memoria como en oleadas de ternura imprecisa

y puedo recordarte retozando en úteros de ambarina urgencia.

Creo que un día nos cruzamos en la soledad de un semáforo

y tú me invitaste a escalar los corredores de la alegría.

Entonces, como en oleadas de ternura imprecisa,

alguien, con la sangre desbordada, me acomodó en la mullida soledad de los nombres

que tiritan, ausentes, entre los calcetines y la esperanza.

Tú sabes muchas cosas que desconocen mis venas

por eso canto a la luz de lunas invisibles, con la postura tibia,

esperando la confirmación de esa fe que, jamás,  viene acompañada de un café caliente.

Ya sabes... los versos son barcos de papel perdidos en el océano del olvido

y yo soy de las que aún  gusta naufragar en el placer de la tristeza.

LA VIDA...EL TIEMPO...

LA VIDA...EL TIEMPO...

                                       A Eloy Palo

El tiempo es aliado de la experiencia por eso, las palabras no bastan para engendrar luciérnagas en el cosmos de la ternura.

No es suficiente el íntimo calendario con su verdad oportuna y sus festivos almidonados;

no nos basta el tic-tac, el segundo lastimoso, la hora con su feliz matemática.

Por la vida se pasa andando con la gallardía de  la eternidad volátil, a zancadas de humo con huellas imperecederas.

La vida se respira a bocanadas precisas en oleadas de oxígeno inmerso en la luz de las cavernas olvidadas.

Nunca es suficiente la palabra anclada en el ígneo fragor de la gramática,

pero ayuda a fabricar los puentes que nos acercan en este universo de remotas distancias diseminadas.

¿ME AMAS?

¿ME AMAS?

                         A Capitán Garfio

Cuando oyó su voz al otro lado del teléfono quiso imaginarla vestida con el primer rocío de la mañana,

una taza de café en la mano y en los ojos, haciendo imposibles equilibrios,

una lágrima perdida en el horizonte del recuerdo.

La llamó por su nombre, por el de la esperanza, por el de los paisajes que retenía, todavía, el aroma de su aliento.

Dejó que hablara siglos infinitos,  eternidades inconclusas y al final, cuando todo sucumbía al silencio del olvido,

le formuló una pregunta con las interrogantes desnudas: ... ¿Me amas?...

Sólo un aleteo de gaviotas con la sal en la mirada le devolvió al vacío.

Me ama, pensó, aunque no lo sabe todavía.

PACTOS ETERNOS

PACTOS ETERNOS

                                                                           A Clarisa

No fue fácil firmar ese pacto con la tinta indeleble de aquel unicornio azul,

pero una vez sellado con la lágrima que supura la orquídea de la ambigüedad

todo resulto más sencillo y placentero, más auténtico, más real.

Tus ojos caían como cataratas diestras al fondo de las galaxias

convirtiéndose en cúpulas ambiciosas de aguamarina y viento.

Entonces supe que, más allá de la herencia que esculpe la sangre,

la memoria viene impregnada de angostos senderos e ignotas fuentes.

Aquí vuelve mi latido primogénito que en ti toma forma de verdad diseminada,

nombre en la esencia del recuerdo, orto invasor de la constancia,

en ti reconozco ese albor que siembra eternos futuros en las raíces del pensamiento.