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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

TALLER DEL ASOMBRO

LA ETERNIDAD

LA ETERNIDAD

                       a mi abuela María

Algún día, esta eternidad que hoy nos separa,

nos devolverá al borde del verso enamorado,

de la súplica precisa con engarces de luna,

de  la clarividencia enamorada donde suspira el aire.

Estamos destinadas a hablarnos con los iris quebrados,

con la augusta soledad de los labios que bucean

entre las lluvias que inmolan melancólicos ocasos.

Pero algún día, en algún remoto paisaje de universos limpios,

podremos sentarnos a escuchar la luz del latido,

tú sabes que la sangre nos reclama con maromas de esperanza

y el futuro abre puertas para un reencuentro de eternos abrazos.

CUALQUIER DÍA

CUALQUIER DÍA

                A Julián Martínez

Cada pequeña soledad tiene su nombre,

cada silencio,

la luz infernal de un recuerdo intenso

que sólo se hace mínimo

en la intimidad de la palabra.

Llegar al olvido como se alcanza el abrazo:

cumbre a cumbre

desde los sótanos de la indiferencia.

El resto sigue siendo sobrevivir sobre el humo,

sobre el vasto imperio del indeleble destino.

Respira y ama,

la muerte, como la distancia, viene sola,

cualquier día,

en cualquier esquina de un calendario sin nombre.

ESPÉRAME

ESPÉRAME

                    A Baltasar Pérez

Un día tendremos que hablar,

no sé donde ni cuándo ni cómo,

no sé, siquiera, si las sílabas serán vehículo fiel

o sólo el latido, el silencio, la lágrima...

Sólo el amor salva al amor.

Espérame...

      ya casi regreso.

SÓLO TÚ

SÓLO TÚ

      A Paula, en su primer día de vida

Abres los ojos al espasmo del día

que se anda enredando en aplausos certeros.

Apenas la fragilidad de tus dedos alcanzan

volar aires de renacentora aurora

como límpidas mariposas de oro

que buscaran hallar el misterio del mundo.

Hay en tu llanto un hambre de úteros azules,

una distancia de embrionarios abrazos

desde donde cobijarse a la aventura inmensa

de la eternidad creciente.

Sólo tú, ahora, conoces el secreto de la sangre,

la verdad cristalina que se esconde entre las venas;

sólo tú, en tu inmensidad recién nacida,

sabes de los paraísos y las fuentes donde se enamora la vida.

Y sin saberlo, traes entre tus párpados el universo entero,

la esperanza, el lácteo arrecife de la eternidad.

ETERNA LIBERTAD

ETERNA LIBERTAD

               A Manuel Rubiales

Con un destino de pájaro magnánimo vienes

aventando la mies entre versos precisos

que renuevan la brisa donde se inventa el día.

Vienes con el sabor del salitre enredado en la esperanza,

enhebrando sortilegios entre sílabas azules

que supuran verdades destinadas al horizonte de los vivos.

Aquí te espera una eternidad de geranios en balcones miméticos

donde el levante orea las páginas tempranas del olvido;

aquí yace, como en una eternidad de huesos presurosos,

el abrazo lírico que destina el aire entre ocasos sin norte.

Y sé que vienen tu ojos navegando entre mis líneas

como nautas que invitan a la solaz templanza del encuentro

y acudes, con los bolsillos plenos de insectos agridulces,

trayendo entre tus manos la eterna libertad de los enamorados.

http://minombre.es/manuelrubiales/

PARA QUE NO

PARA QUE NO

      A mi hermano Luís... por tantas cosas.

Para que no me vaya muriendo por las esquinas

tengo tus mano alborotadas de silencios precisos,

melancólicas en la miel precisa de los sueños rotos.

Para que no desista en fluirme sobre gladiolos enamorados,

sobre miméticos corredores de cobre plomizo,

se me enredan tus dedos en la memoria intocable del deseo.

Para que no claudique la puerta ante la tímida madreselva,

sobre el oxígeno desgajado en perpetuados silencios

se hizan los laberintos de tu voz fabricando ortos nuevos.

Para que no olvide orear la distancia y coser jazmines sobre tus párpados blancos,

vienen tus risas levantando polvaredas de luz en el ocaso del llanto,

que ya amanece amor por aquellas colinas donde antes sólo existió el humo del vacío.

TODA VERSO

TODA VERSO

               A Amparo Pamplona

¡Qué íntima hiedra luminosa

respira tu voz en alas de la lluvia!

¡Qué lírico acueducto de sílabas y raíz

enamorando voluntades de luna

que se enhebran, ociosas, en la cúspide

de tus manos que acarician auroras!

¡Qué firme abrazo armonizando el paisaje,

desnudando ventanas de ínfimas distancias,

acercando abrigos en el temblor del otoño!

Toda voz,

   toda luz,

       toda verso...

Y, detrás, el mundo buscando la esperanza

entre tus ojos de agua.

SIN DISTANCIAS

SIN DISTANCIAS

                                     a Luisana en su cumpleaños

Tengo que desdoblar la memoria

e inventarla océano de latitudes inmensas

donde navegar tu nombre en oleadas de ternura.

Tú, que conoces la ecuación perfecta de los astros,

la parábola débil de los números exactos,

la insomne disolución de los ácidos azules,

vienes presintiendo el aire en multitudinarias auroras

como quien descorre velos tras los palios de la noche.

Déjame acunarte en las fotografías sin luna

para reinventarte en mis sueños con la fantasía eterna

de la perpetuidad y los besos que salvan distancias.

Déjame abandonarme en la insomne lealtad del abrazo

que más allá sólo existe la quimera de un paraíso que nos pertenece.

PAGARÁN TODOS

PAGARÁN TODOS

                A Juan Luna

Pagarán todos,

desde el que tiró la bomba

hasta el que dejó de sonreir a la portera.

Serán fusilados por la indiferencia de los vivos

y padecerán la hambruna de los olvidados.

Todos se verán abocados al naufragio del fuego

entre números imposibles

y titánicas firmas en el oropel de los saldos.

Todos, uno a uno,

desnudos y carcomidos por la deslealtad al abrazo,

necesariamente infectos de leyes masacradas,

vistiendo pústulas de odios consentidos...

Todos, desarropados de la luz,

deseando una muerte de perdones eternos

que  no llegará nunca.

     (La misericordia vestía los harapos del miedo

     y ellos la aniquilaron para embellecer el mundo.)

DE PUERTAS ABIERTAS

DE PUERTAS ABIERTAS

                     a Isidro Juan

Voy rondando claridades que se enhebran en tus ojos.

Montículos de epidermis cual llanuras de lino

donde tejer la bravura del silencio y sus costados.

Se incinera la tarde en los nidos desiertos

de la golondrina aquella que regresa al destino

de los cántaros enamorados,

y todo cuanto halla la caricia y el beso

es la firme promesa que nos encuentra dormidos

al borde de las sábanas cubiertas de luna.

Voy naufragando entre sílabas y abrazos,

retomando edades de voluminosa conciencia

porque todo cuanto abarca tu memoria

tiene un sabor de dulces bienvenidas.

Aquí está la puerta abierta de futuras auroras,

ya sabes que voy perdiendo llaveros y miradas

entre este otoño pletórico de versos.

INMENSA ESPERANZA

INMENSA ESPERANZA

                    a Charo Moreno

A las mariposas les han crecido alas de luz en la memoria

por eso, a veces, perdemos el silencio

entre el vuelo frágil de las adelfas.

Todavía conservo la silla donde descansa la memoria,

aquella que vestiste, engalanada de luna,

con los rasos agridulces de las fuentes enamoradas.

Ya cuelga la uva enraizada de estrellas

en tus brazos inmensos como océanos puros

mientras hay primaveras eternas que llevan tu nombre.

Ahora es el tiempo para sembrarnos desnudas

en el asombro azulado de la libertad sin límite

que todo es posible cuando la luz habita

las frágiles paredes de la esperanza.

ANNABEL Y LAS CEREZAS

ANNABEL Y LAS CEREZAS

              a Annabel

Me he quedado enredada en la luna agridulce

de las tempranas cerezas,

en la tibia primavera de banastas enamoradas

que supuran los altares de la vida.

Acabo de venderme, toda verso,

por los acerados rincones de la utopía

como un ave difuminada que invita al llanto

de lluvias precisas en el olvido.

He buscado reencontrarme con la esperanza

para redimirme a escondidas

de los aplausos que trae el viento

en los apellidos abrazados a la luz.

Yo sé que tu nombre pende preciso

de las purpúreas lágrimas del cerezo

por eso, en mitad del océano de tus sílabas,

los horizontes tejen encuentros eternos.

ALFARERO INFINITO

ALFARERO INFINITO

                                                 (foto Paco Puche)  

                    A Joaquín Rubio, maestro fallero.

Yo sé que tienes, aunque no me lo digas,

un taller de ambulantes ninfas en tu corazón infinito,

pequeños artesanos que laboran versos de cartón piedra

entre ojos que miran el asombro del mundo.

Lo sé, me lo dijo anoche la libélula que inventa escenarios mágicos,

la calandria que recorre pinceles enamorados

y ese tobogán, sin pausa, que borda arcoiris

en las madrugadas del mundo.

Lo sé... me lo dicen tus ojos que no cesan de otear el mundo,

me lo cuentan tus manos que acarician la vida

con perpetuidad renacentora,

me lo dice esa risa tuya, tan infinita,

tan humanamente creadora,

tan eternamente creativa....

Yo sé que tienes, aunque no me lo digas,

un tesoro de luz guardado en tu corazón de alfarero infinito.

AMISTAD CRECIENTE

AMISTAD CRECIENTE

          A Gabriela Bednarz

Me he quedado tiritando luz

con el ramo de hortensias que dejaste en mi puerta

todavia impregnadas con tu nombre y tu lluvia.

Me refugio de la ausencia entre las sílabas blancas

que dejas caer sobre estas cortinas sin norte

que fabriqué en las noches de pletórico llanto.

Ven, reposa los iris cobrizos sobre esta almohada

de jazmines imberbes y acude al sueño de la libélula

donde un manantial de ninfas corean tu voz;

que ya se está elevando el tiempo donde encontrarnos,

infinitamente,  en el latido íntimo de la vida plena.

Aquí me tienes, rescatando claveles y ambrosías de espuma,

acortando la distancia en un sólo pálpito,

milenario y profundo.

Que la vida ya se nos va tornando urgente en mieles

y nos necesitamos cerca para colmar los panales

con las frutales caricias de esta amistad creciente.

RESUCITÁNDONOS HACIA LA VIDA

RESUCITÁNDONOS HACIA LA VIDA

                A Pepa Sarrió

Al final acabo hilando versos al borde de la madrugada

como el que se escapa para llorar en las corolas

de los amantes idos.

Palabras que enamoran vientos inmaculados

y acaban prendiéndose en las teas del horizonte

como aves azules de pretenciosas mañanas.

Estamos dejándonos las manos en cada encuentro,

peinando la distancia con silencios inmensos

donde se naufraga a tientas

con los iris desbordados de océanos precisos.

¿Ves?, hay claridades que anuncian calendarios libres

y somos, en la dualidad del desatino,

dos barcos de papel que buscan

una isla virgen donde resucitarse hacia la vida.

LA FE DISPERSA

LA FE DISPERSA

                      A Joaquín Sánchez

No creas, aunque me veas así de insistente,

que yo conozco el secreto de los silencios,

es mera intuición enamorada o que me colocaron

un marcapasos infame en las vísceras del desaliento.

Lo sabes, hemos recorrido juntos caminos de empedradas auroras

como el que peregrina hacia el sepulcro sempiterno

de los inviolados atardeceres.

Llegamos a tiempo a la comunión de los besos

y sellamos, con pieles y azucenas,

el pacto de amor de unos arcanos fieles

que ansían paraísos entre manzanas fugaces.

No te creas nada de lo que susurra el viento,

mírame las manos con las retinas de aplaudir jilgueros

y dime si no llevan tu nombre

escrito en los cráteres primigenios de la luna,

que eso es lo único que nos salva

de tanto homicidio con la alevosía correcta,

eso y la sorpresa de vernos desnudos, de repente,

compartiendo la misma silla de idénticas confidencias.

VIVIÉNDONOS

VIVIÉNDONOS

            A Lola y a Jesús

Todos sabemos que después de una noche amarga

viene un amanecer distinto,

no es blanco, ni es negro,

no es ni mejor ni tampoco es peor,

ni siquiera es esa idílica estampa

de un paisaje deshaciéndose en utopías fugaces.

Es... distinto.

Hay hadas a las que se les amputan las alas

para que no vuelen fuera de los límites de la cordura

pero yo sé de algunas que, aun con grilletes,

se roen los huesos para besarse a escondidas.

También sé que escupir gladiolos en mitad de las avenidas

es una infamia sólo apta para felices y poetas

por eso, eructar verdades en ágapes de orgías estelares

se sanciona con miradas esquivas y recortes de presupuesto emocional.

Pero ¿qué voy a deciros yo que no hayamos vivido

en ésta o en otras vidas?...

ya me conocéis soy de las que siempre olvida las normas  y las injurias

con el penúltimo sorbo de cerveza.

CAMINAR EN COMPAÑÍA

CAMINAR EN COMPAÑÍA

                         A Daniel Gil y a Merche

Vamos a vestirnos con el ocre preciso

de otoños enraizados en racimos lejanos.

Seamos como un temblor enamorado

en océanos tétricos de esperanza sin norte.

Yo sé que tú sabes de manos y latidos,

de limpias auroras en ventanales azules

donde hay tiestos de jazmines perennes

que abrazan el día con enamorada rabia.

Ven, vamos a descolgar las persianas del miedo,

a descoser los bolsillos donde se cobija la tristeza,

a abrir el baúl desde donde el silencio

nos muestra su ímpia soledad de siglos.

Yo sé que tus ojos, alzados al mástil de la luz,

invitan a un largo paseo de alamedas sembradas

en futuros sin cerrojos,

yo sé, aun desde el desconocimiento,

que un latido tuyo, de ocres primaveras,

queda engarzado, eternamente, en los alambiques de la vida.

Ven, vamos a dejar que el pálpito de la melancolía

nos invite a la misma mesa de versos engarzados en el horizonte,

que ya va siendo hora que renazca la esperanza

en cada huella de cada hombre que camina en compañía.

YA ES TARDE

YA ES TARDE

                                 a  E.

Lleva arrastrando su soledad de siglos a través de la memoria de los peces

por eso tan pronto vislumbra unas manos nuevas

las adopta en su agenda de huídas irrevocables.

Tanto es el amor que entrega como precio exije

por eso evalúa antes los bolsillos que los ojos,

los movimientos de la renta que la quietud de las caricias.

Es así, se nos perdió la luz entre las lágrimas

y cuando el río, harto de acumular lodo, descendió las cinturas

todo fueron preguntas sin deseo de respuesta.

Hace falta desnudarse muchas veces

para sentirse realmente puro, vivo en la penumbra de las verdades sentidas.

Es así, no supimos firmar en el libro de las amistades invencibles,

quizás porque de la semilla  de la enconada tristeza

sólo crecen frutos con la amargura del desaliento.

Nunca es tarde, dicen los que no te conocen, para recuperar el día que fue,

o al menos pareció ser, o quizás se intentó que fuera...

Para mí ya ha caducado el tiempo, es tarde, demasiado tarde,

ya es tarde desde hace incalculables siglos...

SIN VUELTA ATRÁS

SIN VUELTA ATRÁS

                          A mi hija Alma

Ahora ya no hay vuelta atrás,

no puedo lanzarme a los precipicios

de la desidia y la tristeza,

no me permiten colgarme de una lámpara

con una soga de deshilachada costumbre,

no toleran que visite los raíles

con la esperanza de que un talgo

aplaste mi memoria.

Ahora ya no hay vuelta atrás.

La noche se hace ínfima

como un grano de café en el océano.

La herida cicatriza con los besos

y es más sano vivir

que batirse día a día con la muerte.

En la carrera de fondo de los días

cruzo la meta con los brazos abiertos.

Ahora ya no hay vuelta atrás.

Sus manos, que han palpado mis entrañas,

me muestran el camino del latido

y allá donde la abundancia es eterna

me hago inmortal, diosa entre los dioses.

Ahora ya no hay vuelta atrás,

el amor nos edifica libres

y allí donde sólo hubo ruinas

los brazos de la sangre, en plenitud,

erigen mausoleos donde el dolor se olvida.

Ahora ya no hay vuelta atrás

hay que vivir viviéndose en el hijo.