OÉ...OÉ...OÉ...OÉ!
Ay, Vicenta, molida estoy!... Es que esto del deporte, aunque sea desde la grada, es muy cansino... que te lo digo yo. Empezamos ya con la subida al autobús, que si me pongo aquí, que si allí el sol da de lleno, que si pasa la cortinilla, que si la niña quiere al lado de su amigo, que si el otro no se decide... que si ¿donde pongo las mochilas?... porque nos vamos para dos horas y a treinta kilómetros de casa, no te vayas a creer, pero nos llevamos avituallamiento como para pasar un mes en plena selva amazónica... Luego llega allí, busca la puerta, que había que darle la vuelta a todo el estadio que, hombre, no digo yo que el Rico Pérez sea como veinte "carrefures" juntos, pero su paseico lo tiene. Luego la puerta, esos guardias que no se sabe muy bien cual es su verdadera profesión (para unas prisas esos no pillan ni al cojo manteca a no ser que le caigan encima como un ballenato nuclear)... Te registran las mochilas, te soban bien los bocatas y... ¡oh, Dios mío... te quitan los tapones a las botellas de agua!... así que ya tienes una faena más: controlar a la niña, seguir a tu marido (que por lo de la afición al deporte rey sube y baja las gradas con una agilidad que ya quisiera la Paulova) y hacer malabarismos con la botella de agua para que no se derrame enterita en la cabeza de algún aficionado. Ya has encontrado el sitio, este es bueno, fondo norte. Todo el colegio ha acabado desperdigado aunque la niña aún conserva a algunos amigos con los que dar la lata, suficientemente intensa, durante las próximas horas. Salen los jugadores... ¡qué bonitos los colores de las camisetas!... Advertencia primera: los de azul y blanco son los del Hércules (mi marido que se los conoce todos, además hay que vitorear al anfitrión, al fin y al cabo son los que nos han invitado)... A partir de ahí todo es impredicible, tanto en el césped como en las sillicas estas "detrozariñones": saca las pipas... cuidado con el agua que esto si que es estar en alerta y no lo de la sequía galopante... nena, ponte la gorra que el sol de las cinco de la tarde es muy traicionero... ¡uy....casi ha sido gol!... vaya peste la del puro del abuelo de al lado, así seguro que no me pican los mosquitos... ¡que te comas ya la merienda!... ya verás como algún balonazo nos llevamos, que estar detrás de la portería no lo veo yo muy seguro... Los de naranja son los del Salamanca, hay que ver que bonita es Salamanca y que de cultura que tiene... Mira nena cuántas gaviotas... es lo que tiene Alicante, que tiene mar y, claro, también gaviotas... ¡qué bonito el mar! y ¡qué grande!... ponte la chaqueta que en cuanto se va el sol se nota la rasca... ¿qué no quieres más bocata? ¿y para éso me has hecho hacerte una tortilla de patata que esclavizá me has tenido toda la mañana?... yo creo que la gente viene aquí a desforgarse, qué de insultos y de tacos obscenos que se oyen... es como la que se va al spa pero sin agua... salen de aquí nuevos y dispuestos a empezar el lunes sin estreses... te estás manchando con las galletas de chocolate... ¡que te sientes de una vez que vas a acabar con los dientes en el banderin del corner y la gominola que chupes te la comes y no la dejes otra vez en la bolsa!... ¿ya?... ¿y como han quedao?... Ahora busca el autobús y a casa... ¡Qué paliza, Vicenta!... Pero, ¿qué quieres?, yo me lo pasé divinamente... fue un domingo distinto, vivido en familia y con los compañeros del cole... la vida tiene estos golpes de gracia que hay que saber aprovechar ,que los otros, los malos, ya vienen solos sin que los llamemos.
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Clarisa -
capitan garfio -