INSOMNIO VITAL
La vida está llena de días y noches sin dormir, te lo digo yo Margarita. Cuando eres joven porque tienes mucho por decidir en tu futuro, cuando eres vieja porque ya, las decisiones, las toman por ti. Cuando tienes niños pequeños porque te lloran, cuando los niños son adolescentes por si estarán llorando, cuando no tienes niños, la que llora eres tú. También no puedes dormir por los vecinos o, incluso, por la falta de los mismos. No puedes dormir por el tráfico, por los pájaros, por los perros, por el camión de la basura, por el del contenedor del vidrio... por la ausencia, por la cercanía, por el amor no correspondido, por el sexo desbocado, por los sueños etéreos y las pesadillas febriles... por las deudas presentes y los impuestos venideros, por el paro, por la inflacción desconocida y la hipoteca persistente... porque todas las preguntas vitales, las de sin solución, las místicas y profundas se te ocurren en pleno sueño y te hacen abrir los ojos como un resorte de supervivencia... Que te lo digo yo, Margarita, que todavía no conozco a nadie que no sufra de insomnio vital, de pesadillas sociales o sueños semi rotos, que la condición humana es así, por mucho que los psicólogos nos quieran convencer de lo contrario, somos seres de poco reposo y mucha urgencia, como si la vida se nos fuera a consumir en uno de esos viajes oníricos. Yo casi me apunto a lo que decía mi abuela Concha: "ya dormiré bastante cuando me muera"... ¿tú crees que será verdad eso de que morirse es como dormir?... es que no estaría mal que alguno, de vez en cuando, se echara a dormir una temporada.
3 comentarios
margee -
Margarita -
capitan garfio -