ESCUCHA EMOCIONAL
Me gusta escuchar detrás de las puertas:
la embestida del viento llamándome por mi nombre,
por el auténtico, por aquel que ya no recuerdan mis neuronas pero añoran mis deseos.
La respiración de mi hija, el volteo del oxígeno inflándola toda,
independiente, magnánima,
todopoderosa en un mundo de poderes contrariados.
El leve ronroneo de los labios amantes,
la saliva cuajándose como racimos de grosella entre la pelvis adormecida
por el sopor del deseo.
Las lenguas amigas prodigando rezos inventados,
letanías domésticas en habitáculos de gozosa aurora,
versículos inmersos en la febril confidencia del amor ígneo de espumas.
Me gusta escuchar detrás de las puertas
porque cuando nadie escucha
parece oirse sólo, la voz de un dios enamorado.
1 comentario
Dani -
Leyendo este post prosaico, me acuerdo de una obra maestra: Otra mujer (Woody Allen, 1988).
Salud!