RITMO ETERNO
Si me juras ritmo eterno yo te doy mi cintura,
un vaivén de sinuosas sedas entre orgasmos silenciosos
que se enhebran, caderas adentro,
sobre los pliegues inmensos de esta cárnica memoria.
Ven, ayúdame a mirarte sobre los iris ígneos de melancolía,
con el cobrizo alambique del silente crepúsculo,
con esa ambigüedad de boleros silenciosos
que arrastran soledades sobre las suelas plomizas.
Aquí estoy, yaciendo en los húmedos pentagramas
desde donde se desvirtuan los pecados,
que soy como la eternidad errante
que baila, inconsciente, entre las fronteras del olvido.
(Ilustración: F.Botero)
2 comentarios
pier -
tan sugerente tan bonito.. sii..
me ha gustado.
abrazos.
Vicente -
Besos siempre