¡QUÉ DOMINGO TAN CORTO!
Qué sí Manolita... que esto no es normal... que no digo yo que las criaturas no tengan sus correspondientes vacaciones, que yo sé que es bueno tener un relax para esas mentes que están en pleno crecimiento de intelecto y de memoria, pero, digo yo que con una semana está bien, que a mí estas Pascuas se me están haciendo más eternas que las telenovelas del mediodía... aquí ya no me queda casa que la barbie no haya experimentado y en todas ha dejado huella, no te vayas a creer, que donde no ha perdido a una amiga, se ha dejado parte del vestuario, la caravana, el Ken o la madre que parió al pin y pon. Luego estos días tan extraños que nos están haciendo... ¿cómo vas a dejar a la criatura sin montarse en su bici nueva que le trajeron los reyes?... tengo el pasillo que parece el circuito de la Melva en sus buenos tiempos... ¡todo lleno de desconchones!... y, mira tú la gracia, a punto de reinsertarnos en las labores escolares y van y nos quitan una hora para marearnos... que digo yo que a quien se le ocurriría semejante jorobamiento... algún empresario de mal café... porque mira que quitarnos una hora del domingo en vez de hacerlo del lunes... no si ya nos la sentenciaron bien en el paraíso aquel del Edén con la historia de los sudores... si es lo que tiene haber nacido en el pueblo llano y lleno de socavones, que nadie nos hace ni una gracia...Y luego está el descontrol y la desmemoria propia de que te están robando la vida... que ese domingo te levantas y no sabes si prepararte el desayuno o pedirte una pizza para cenar... que hasta que te acostumbras vas como "empiporrá" de tinto... Después viene la otra parte, la de que hay que poner en hora todos los relojes de la casa... mira, yo con los de las agujas me llevo bien, le doy a la ruedecilla y en paz, pero luego están los super modernos, los super fashion, los de la tecnología en punta... ¡¡los imposibles de poner en hora!!... tanto es así que yo me tiro seis meses con la hora mal puesta, que nunca sé si llego tarde o si demasiado pronto... ¡tanto querer controlar el tiempo!... si ya lo decía el hombrecico aquel de los pelos alborotados: "el tiempo es relativo por eso nunca llueve a gusto de todos"... Por cierto, Manolita, ¿por qué habrán pasado de moda los relojes de arena con lo graciosos y prácticos que eran?...
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La Leti -