LA LUZ EN LAS SOMBRAS
Recojo amor con los párpados llenos de vida,
con las manos desbordadas de ternura virgen
y sigo el camino, vereda adentro,
por los venosos paisajes de mi alma.
Nómada clandestina,
aventurera insaciable.
Descoso las cortinas de mi corazón
mientras la brisa me orea las heridas.
¿Quién no ha muerto nunca por amor?
Cada día escribo un epitafio y una balada,
cada día me enamoro y muero nuevamente
pero siempre resucito, cual terco Lázaro,
que no acepta su fin definitivo.
4 comentarios
capitan garfio -
Eloy -
Un abrazo amiga
Rosa -
Besitos.....
Bego -