SENTIRSE A SALVO
Es el placer de la luz.
Ese destello tenue de hojas ocres prendidas en la frontera del mundo,
esa diminuta ráfaga de sol amanecido al poniente de la desdicha,
ese clamor lumínico que siembra voluntades en la profundidad del tiempo.
Es el placer de sentirse a salvo,
rescatada del tedio, del triste deambular de los días vacíos.
2 comentarios
Sacra -
Me encanta que me hayas "re-descubierto" pero, por tu bien, tómatelo con tranquilidad...
Besos, guapa.
Fatima -