CUIDADO CON LA PRIMAVERA
Pues sí, Maricarol, la primavera ya está aquí y ¿son?... muchas, unas cuantas, todavía pocas o suficientes como para seguir enseñando el escote sin vergüenza y con el mínimo recato de los pueriles descubrimientos. Más que acortarme la falda me mengua la pereza, salgo del caparazón de la hibernación y me desperezo entre amapolas y dejo que el tibio sol de marzo me ponga rimmel de almendro en las pestañas entumecidas por el sopor del frío. Es la primavera y su caótico latido, su histérica floración que profana el gris de las avenidas desiertas, su edulcorada sonrisa de diosa germinadora más allá del deseo por los pozos, por las puertas cerradas, por la lacónica soledad de las casas vacías, sin gente y sin semilla. Es la primavera, Maricarol, que, como diría el poeta: "cuando la sangre se altera, cuidado con los besos y las macetas, que los versos y los hijos vienen solos"...
5 comentarios
Sacra -
Besos grandes y florales.
capitán garfio -
Juana -
Sacra -
Besos grandes...
Smyle -
Veo que no has perdido tu esencia... Y me alegro.
Un abrazo.