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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

ESTE JUEVES

ESTE JUEVES

Me gustan los jueves. En realidad es este jueves el que me gusta. Apenas una tímida ventana por la que asomarse a la tibieza del otoño, un pálido reflejo de futuros temblores y la serenidad de un día laborable con el ronroneo de la vida fabricándose segundo a segundo. La sopa anda macerándose en los miméticos fogones, ya empieza a hacer hambre de viandas calientes, de cucharas profundas entre el naufragio de las orondas legumbres; así una reconoce su hogar entre los millones del mundo porque huele a estofados de caricias y a macedonias de caramelizadas auroras. Este jueves es distinto en los vértices de un calendario que ya andaba repitiéndose en la lágrima. ¡Qué tristeza de días que se ha llevado el tiempo a las alcantarillas del miedo! Al final tengo que darle la razón a aquel sabio que nunca se cansó de repetir: "Sólo somos lo que reímos. El único pasaporte humano para entrar al paraíso, es el sonido de  su risa contagiándo primaveras." Pero hay días para todo y para todos. Afortunadamente hay jueves con lluvia y jueves con sol, jueves de bocadillo o jueves de paella, jueves de carcajada o jueves de interminable llanto. Afortunadamente sabemos que vivir es como andar batiéndose, día a día, con la aspereza del camino que, tan pronto se estrecha hasta ahogar el paso o se inventa avenida por donde deslizarse a zancadas dulces. Sólo si te inventas la sorpresa, si no pierdes la capacidad de asombro o la esperanza en la locura, la vida se vuelve más transitable, más digerible, más reconfortante y tentadora. Por eso me gusta este jueves de hoy, porque me recuerda, también, a esa publicación gamberra que tantas polvaredas de tristeza ha levantado de mi alma. Y está claro que lo que no te hace feliz te mata, lentamente, eso sí, con la agonía persistente de la infelicidad crónica y para eso, todavía, no han encontrado vacuna. Me gusta este jueves, ahora sólo espero que para vosotros sea igual de insignificantemente transcendente como lo es para mí.

4 comentarios

Maite Sánchez -

Porque ver transcendencias en lo insignificante, deleitarse a solas con los murmullos y brillos del mundo, reirse por encima de la desgracia, es lo más difícil, pero también es lo que más belleza le da a la vida. Lo has expresado deliciosamente. Muchos besos jueviales.

maalexandra -

yo amo los domingos :)

saludos!

Leti -

Particularmente a mi antes me encantaban, ahora, para mi asombro prefiero un lunes o un martes, y es que le he cogido el gustillo a eso de currar. Anda!Me va el sadomasoquismo.

capitán dickson -

Ya verás como viene algún merluzo y lo estropea