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SUPERVIVENCIA EMOCIONAL

COTIDIANA ETERNIDAD

PRECISAMENTE HOY

PRECISAMENTE HOY

Tenía que ser hoy, precisamente hoy que ya no me quedan lágrimas, justo que acabo de agotar el último paquete de lamentos que me quedaban en la alacena y que he regalado un bidón de ayes caducados que se estaban haciendo viejos entre la cama y los sorbetes de fresa. Todavía no he ido al sentimentalmercado para reponer existencias así que estoy huérfana de tenebrosas tristezas, caóticos sollozos y agónicos salazones entre el pan duro de las raquíticas orquídeas huérfanas. Hoy sólo estoy para risas, para abrazos desmesurados y besos en la boca con el pecado temblando al borde de la cintura. Vuelve mañana por si acaso, igual tengo un rato y entre la carcajada y la esperanza, se me cuela una agonía con la que obsequiarte por tus congénitos desánimos. Pero si llamas y no estoy, no me busques, ya encontrarás otra víctima para tanto desvelo, como decía mi abuela: "siempre hay un roto para un descosido".

OCTUBRE Y SU ABUNDANCIA

OCTUBRE Y SU ABUNDANCIA

Que sí, Mariocre, que a este paso voy a tener que hacerme una lista de audiencias oficiales y abrazos personales por orden de importancia y de latido. Cuestión de supervivencia emocional o persistencia apasionada y es que octubre ha venido abriendo surcos inverosímiles en mi inmaculada agenda, vamos que ya me siento yo como una aguerrida caudilla inaugurando pantanos a diestro y siniestro, eso sí, voy a dejarme crecer el bigote para entrar en consonancia con el paisaje histórico.

Lo viernes: taller de poesía on line junto a seis poetas como seis soles que me están enseñando que, más allá de los títulos y los círculos literarios, existe el verso vivo, el latido y la luz. Mi torpe sílaba se queda diminuta ante la belleza de la libertad creativa.

Los martes y jueves taller de teatro con las criaturicas con las que, seguramente, Herodes desistiría de su afición infanticida. "Chupaenergías inocentes" que jamás se cansan de pedirte un salto más, una mueca eterna o esa aventura mágica que les hace cruzar los eternos mundos de la fantasía sin límite.

Miércoles y viernes mis jóvenes de la Tercera Edad. Que hoy no he venido por lo del reuma, que mañana toca novena, que decir "desgraciado" es una palabra muy fea, que estrenamos en diciembre y aquí la gente no viene, ¡¡qué gracioso que es Arniches!!, que tengo un viaje con el "inserso"...

El manifiesto contra la pobreza en la misma plaza de Sagasta. Recordar eternamente a los gobiernos los Objetivos del Milenio a los que se comprometieron y parece que han quedado pendidos del último hilo de la esperanza, esta vez en la parroquia de San Francisco de Sales.

La VI Muestra de Teatro Amateur "Escena Elda" y mi afición a ser verdugo. Y ponerle voz al poeta el próximo domingo y desgarrarme las venas con la "Elegía a Ramón Sijé" y volver a desnudarme, verso adentro, como si sólo fuera urgente retornar sus ojos una vez más.

Así que, Mariocre, ya no me preguntes más en que gasto el tiempo a la par de hacer guisados de pollo, ensaladas de lechuga o las camas con sus sábanas de rombos. Que el día sólo tiene 24 horas y a mí faltan, por lo menos, unos cuantos meses más como este para sentirme útil, inmortal y efímera como todo aquello que nos hace feliz en su justo momento.

 

 

 

2ª FERIA MEDIEVAL DE PONTONES

UNA HUELGA DE ANDAR POR CASA

UNA HUELGA DE ANDAR POR CASA

¿Alguien me quiere explicar cómo narices hace huelga un ama de casa?... ¿Me dejo las camas sin hacer para protestar sobre lo mal que me pagan las horas extras?... ¿Guardo la plancha en señal de enfado por lo ridículos que son mis uniformes de trabajo?... ¿Quemo las lentejas para que me acorten el año de jubilación, es decir, hasta la tumba y más allá?...No, claro, que a mí no hay sindicato que me ampare, ni ley fiscal que me regule, ni siquiera tengo un jefe al que echarle las culpas porque la humanidad entera es mi patrón. Pero bueno, para que no digan que soy insolidaria voy a hacerme un piquete a mí misma en la puerta del baño y hoy el bidé lo va a limpiar la ministra de igualdad con el refajo, ¡qué no se diga que no me queda sangre revolucionaria!

VUELVE EL OTOÑO

VUELVE EL OTOÑO

Afortunadamente, siempre, por estas fechas, vuelve el otoño. Los cristales empiezan a vestirse de gris y un cielo que augura lluvia se asoma por el horizonte con la timidez del recién llegado. Vuelve la vida a vestirse de manga larga mientras los árboles se desnudan con el impúdico contoneo de un baile milenario, tan antiguo como el propio latido unicelular del mundo. Las mesas, abrigadas con manteles de tela y cuadros, se inundan de cucharas, columnas de humo que exhalan los fideos, el arroz y los garbanzos y la cerveza escarchada deja paso al chocolate con churros mientras seguimos acumulando calorías en el último pliegue de la cintura y de la memoria. Afortunadamente, siempre, por estas fechas, vuelve el otoño, menos mal que yo también vuelvo con él.

LAS FIESTAS DE MI PUEBLO

LAS FIESTAS DE MI PUEBLO

Correr con un paraguas debajo de una traca. Besar la bandera y cantar canciones militares. Ir a misa. Encender un cirio detrás de una virgen sobre un pedestal. Comerse una gachamiga a ras del asfalto. Bailar "Paquito el Chocolatero" con tu vecina del quinto. Un mesclaíco sólo para elegidos. Los "Melocos" lanzando baladas a las quinceañeras y los "Hombres G" a las cuarentonas. Niños metidos en sacos y dando saltos. Paellas de dimensiones imposibles. La alcaldesa y su bastón. Banderitas de colores colgando de los balcones. Un conde rescatado desde el olvido de la aristocracia. Procesiones, salves, crucifijos y oratorias festivas. Y la semana próxima a quemar fallas en todas las esquinas... ¿A qué precio estarán los iglús en Groenlandia?

ME GUSTAN LOS LUNES

ME GUSTAN LOS LUNES

               A Mar Amorós

Me gustan los lunes. Ya sé que es lo que me faltaba para terminar de ser la más impopular de la clase, la más excéntrica del barrio, la más descerebrada de la cola del INEM. Me gusta el tráfico vespertino, la furgoneta que descarga el pan recién horneado, el perro que ladra al atleta novicio y este sentimiento ambiguo de levantar las persianas para despertar al mundo. Soy animal de rutina piadosa, de calendarios moteados con festivos escogidos, de relojes adyacentes al latido y a la lluvia. Y es que los lunes tienen sabor a fogón en orden, a cuchara transparente sobre manteles planchados, a miméticas alegrías con saludos vecinales que van quedando presos en los desiertos buzones. Para los lunes se hicieron las tertulias de radio, aquella canción que evoca amores de azúcar, lejanía sinuosa,  mientras Mar nos salpica de optimismo la memoria azul, ondas adentro, desde la caverna angosta de su garganta. Es el fruto que retoma su andadura más allá del vértice del ocio y se asienta sobre el polvo del camino que va gestando nuestra propia historia, nuestra sed primigenia, el eterno aliento de nuestra edad primera. Me gustan los lunes. Ahora podéis buscarme la camisa de fuerza o realizar un conjuro en torno a mis neuronas, sólo quizás, entonces, encontréis la clave de esta felicidad que siempre, como obediente salmón, nada a contracorriente.

MOVIMIENTO OPUPA PARA TODOS

En este mundo tenemos que haber gente para todo: fanáticos del opus, neardentales del fascismo, caóticos del anarquismo, feligreses de dioses recién horneados, devotos anti-sistema, fans de Belén Esteban, asesinos en serie e, incluso, defensores de la SGAE. Por mucho que uno quiera ser transparente siempre existe una pequeña mácula en nuestro DNI emocional que nos hace pertenecer a cierto corpúsculo humano, sea legal o no, en el que desatar nuestras frustraciones animales o divinas y así sentirnos parte de un todo que, cada día, es más nada. Yo, después de vagar por instituciones varias, pensamientos firmes pero sin firma, odiseas emocionales y cataclismos sanguíneos de gravedad relativa, he tomado la firme decisión de formar un nuevo movimiento lírico-marujil-liberador y salvador que se ha de llamar "Opupa". El nombre, en realidad, surgió de otros que andan exigiendo una conservación digna en el casco histórico de Ciudad Rodrigo, pequeñeces frente a los grandes retos que mi socia y yo proponemos. Después de algunas cervezas y colas, patatas fritas y carcajadas en sazón hemos dispuesto lo siguiente: que una vez el movimiento "Opupa" ya existe como ente liberalizador, caótico y solidario, abre sus puertas para todo aquel o aquella que pueda aportar una risa distraída, un recuerdo amable, un abrazo de lazos inequívocos, un beso desinteresado, un bolsillo pleno de mariposas, ojales abiertos al alba de los domingos, cortinas enhebradas con suspiros de hadas, cucharas llenas de sopa con sabor a bienvenida... Todo aquel que se vanaglorie de su tristeza, que vista las camisas de la desidia,  que ande tejiendo calcetines a la nostalgia o que sólo se perfume con el aroma de la envidia, puede quedarse en la puerta para ver si se le pasa. Seremos unas libre-amadoras pero todavía conservamos el derecho de admisión.

LOS EXTRAÑOS HABITANTES DEL ASIENTO DE ATRÁS

LOS EXTRAÑOS HABITANTES DEL ASIENTO DE ATRÁS

Había amanecido martes para todo el día y las temperaturas ya se sufrían excesivas desde primera hora; a fin de refrescarnos el alma cultural decidimos poner rumbo a Salamanca. Una parada en Ciudad Rodrigo, el refresco en el Parador y esa sed inmensa de abrir los ojos hasta la extenuación para no perderse nada: ni una esquina, ni un balcón, ni un mínimo atisbo de historia cayendo como una catarata de calendarios infinitos. Un coche multifamiliar ocupado por seres de distintas procedencias, edades, pensamientos pero con un sólo objetivo: llegar a su destino salvos y alegres, líricos y descansados, con la curiosidad alerta por todo lo que quedaba por descubrir todavía. El paisaje castellano se extendía con su manto de ocres bienvenidas cuando, de repente, un extraño sonido procedente del asiento de atrás, un estertor que bien pudiera sonar a música de ángeles cercanos acompañado de una oleada de alientos febriles y jóvenes. Volver la vista atrás en un segundo sin saber con que extraña visión íbamos a encontrarnos, con que patéticos entes tendríamos que lidiar en el limitado campo de batalla del automóvil. Eran ellos, los extraños habitantes del asiento de atrás que tras horas de aburrimiento, patadas y preguntas sobre la distancia entre las ciudades, se habían transformado en los auténticos protagonistas de un día con ansias de doctas enseñanzas. Ellos, nuestros pequeños, los que sacándonos de quicio siguen renovándonos las ganas de amarlos sin límites cada segundo.

BREVE ALEGORÍA DE UN ENSUEÑO

BREVE ALEGORÍA DE UN ENSUEÑO

         Para Rafa, Ángela, Myriam, Pablo, Jose, David, Álvaro, José Félix, Angélica, Sofía, Gabriel, Manuel, Ana y Julio. 

Los peces del río, sin villancico, buscándote los pies. Las estrellas fugaces que caen sierra adentro, más allá del turbio deambular de los ojos. El bullicio ígneo de la barbacoa. Cáceres vista desde el suelo. Una vela con sabor a chocolate. Macaco invitándonos a ser olas. La mina de Alcántara y su paraíso acuático. Los cuarenta grados a la sombra. Excomunión para los ladrones de libros. Un mercadillo nocturno que desaparece a través del cansancio. Las opiniones siniestras de la tendera. Las cervezas en el "carpe" y Mecano en el karaoke. El bacalao dorado, la patatera y los bocatas bajo la sombrilla. El imbatible castillo de Monsanto con sus marafonas protectoras. El menú minimalista y esa rana imposible que lidera Salamanca. Un aspirante a poeta, con leyes de premio Nobel, en el huerto de Calixto y Melibea. El fantasma morisco del aljibe. La noche y el campanario de Torre. La noche y las confidencias y la risa y el silencio infantil y los primeros escarceos juveniles. El barbo "gatóbrigo" del río comiendo gusanitos de maíz. Las tumbas templarias imaginando cuerpos infantiles que resisten de los siglos y la lluvia. El encuentro primero, el re-encuentro eterno. Lo escuchado y entendido. La luz, el misterio, el último interrogante y esos deseos de quedarse llorando en cualquier rincón de una carretera con el rumbo preciso de vuestros brazos.

EL VERANO, EL INFIERNO O AMBAS COSAS A LA VEZ

EL VERANO, EL INFIERNO O AMBAS COSAS A LA VEZ

Los meteorólogos dirán lo que quieran, Marisolete, pero esto del verano no es nada sano ni para la mente, ni para el mismo cuerpo con sus células revenidas hacia el interior de la cueva sanguínea que proyecta la sombra misma del hígado y sus adyacentes. Vivir el estío, o mejor dicho, desvivir el estío es entrar en el horno profundo del sistema solar en toda su plenitud de volcanes eructando brasas incandescentes. Por más que una lo intenta, las piscinas se empequeñecen entre tanta cabeza de niño insolente, entre tanto bikini descubriendo michelines con aroma a cerveza y olivas rellenas sin anchoa. Se ha borrado la arena de las playas con tanta raya descorazonada de las sombrillas raídas por los años y la crisis, por tantas chanclas infames diseñadas por un whisky con sabor a lejía. Sólo los ricos, Marisolete, bronceándose en la cubierta de su yate alquilado, jugando a ser hombres con sus penes hambrientos de vida, se atreven a afirmar que el verano es el único lujo que merecen los pobres. Es la ley de calendario, la perpetuidad de la tétrica apatía veraniega, el solaz paraíso del caos que se aglutina en los chiringuitos mientras se escucha a Georgie Dann reventando los tímpanos de la decencia. Sé que también para mí habrá un infierno, sólo espero que me toque en Groenlandia.

PERDÓN COTIDIANO

PERDÓN COTIDIANO

        A Sango y  a Alma

Perdonadme si estos días sólo os cocino fugaces versos en salsa de memoria en fuga, espasmos de melancolía aliñada sobre capas de merluza, elegías rebozadas en su justo punto de sal agridulce. Es este oficio discontinuo y enamorado, egoísta y etéreo, caótico y perfecto sobre la sonrisa de un mundo de arbitrarios sabores y latidos. Perdonadme si sólo saco la plancha para alisarme la rima en su justa arruga disonante o si olvido coser el dobladillo a los camales de los pantalones de la esperanza. No es nada, es esta caótica costumbre de lanzarme, arteria adentro, desde los alambres del sueño sin paracaídas  al que asirme en los barrancos de la tristeza. Es sólo un capítulo más, o menos, de este tránsito en fuga desde el que os observo amarme en el silencio de los tiempos.

Imagen: Victor Manuel Redondo Cuadrado 

 http://www.artelista.com/obra/3896072366271221-funambulista.html

EL FÚTBOL, LA PATRIA Y LA FAMILIA

EL FÚTBOL, LA PATRIA Y LA FAMILIA

Pues sí, Marigol, creo que debo ser la única que no está emocionada, ni decepcionada, ni esperanzada porque España siga en el Mundial. Lo reconozco, no tengo ningún sentimiento patrio. Lloro igual, es decir nada, con la exclusión de Camerún como con las patéticas declaraciones de Maradona y, sinceramente, me dejan igual de indiferentes las decisiones arbitrales como las atronadoras vuvuzelas. Debo estar hecha de otra pasta, de otra tierra, ni la arcilla bíblica ni la costilla de varón arraigó en mi pecho y porque todavía sueño con milagros, espero que algún día dejen de lastimarnos la inteligencia vendiéndonos paraísos pletóricos de contradicciones. ¿Saldremos de la crisis si nuestro país gana el mundial?... ¿seremos más tolerantes si conseguimos el preciado galardón?... ¿aprenderemos, por fin, a respetar las opiniones ajenas si colamos todos los balones en la portería contraria?... Una cortina de humo tras otra y, mientras tanto, la vida camina por otras avenidas... Lo único que me gusta de la selección española de fútbol es el color, la diferencia es que yo a la única roja a la que soy fiel es a mi abuela que se marchitó horas y días inclementes en una cárcel mugrienta por defender algo que ahora está en el fondo de todos los olvidos. La tolerancia se ha ido a vivir a otro planeta y ahora la ignominia nos enseña el culo como señal de liderazgo. Son estos días grises de exaltación patriótica mientras se naufraga en el proceloso mar de la desesperanza. Ahora, si no te importa, bájale volumen a la tele que no me dejas oír las voces de mis muertos.

LOS CAÓTICOS PADRINOS

LOS CAÓTICOS PADRINOS

¡Qué de cosas se ven en los momentos institucionales, Marichis! Inauguraciones, presentaciones culturales, subidas de bandera, debates presupuestarios, merendolas y homenajes a actores o vinos de honor después de aplaudir una colección pictórica llena de descalabrados óleos llenos de dudosa esencia artística. Y es lo que decía mi abuela: "Sólo el que tiene padrinos se bautiza", claro que nadie le hace un test de buen gusto, cordialidad o simple razonamiento a los venerados padrinos, es decir, políticos a los que les damos el poder absoluto para decidir sobre lo que es original, eterno, válido o simplemente una vanidad más en la gloria efímera de una conveniencia política tan necesaria como absurda. Y es que, querida Marichis, nos manipulan porque queremos, nos resulta cómodo dejarle la decisión de elegir a los otros, aunque sea en el buen gusto. Ya no tenemos glamour, ni carácter, ni entrañas... por eso seguimos acudiendo a los fastuosos eventos para esperar que uno de esos ’padrinos’, con ojos lánguidos y corbata de seda, nos mire, aunque sea de reojo, y se acuerde de nuestro apellido, aunque sea con las letras cambiadas. Lo que yo te diga, Marichis, evolucionamos hacia atrás y encima nos permitimos darle la espalda a la luz que nos muestra la eternidad de las cosas sencillas.

CUANDO TÚ VAS...

              

Cuando tú quieres ir llegando yo ya le he dado mil vueltas a la farola con el bolso abierto y sin condones, he descosido más de ochenta millones de botones y he cambiado un millón de cremalleras allí donde la bragueta pierde su impúdica costura de pecado. Mientras tú buscas la cuchara, a mí ya se me han quemado más de cien millones de lentejas, aguado catedrales de zumos agrios de naranja ácida y sumergida más de una Vía Láctea en repentinas cataratas de vodka transparente. No se trata de ser más torpe ni más visionario, no se trata de inteligencia ni de dones inhumanos, se trata simplemente de vivir dejando que la experiencia del propio latido nos enseñe los distintos surcos de la verdad aprendida.

Así que no me toques más los ovarios, guapa, que yo también estoy viva, aunque la diferencia es que me alegro por ello.

HASTA EL CUARENTA DE MAYO...

HASTA EL CUARENTA DE MAYO...

Abro la ventana y...llueve. Bajo la persiana mientras recito a Benedetti y... llueve. Me entretengo en bordarle los dobladillos a la esquina del panadero y... llueve. Compro cien gramos de mortadela con sabor a primavera y... llueve. Pierdo las llaves entre los buzones y el contenedor del vidrio y... llueve. Acabo de recordar que no tengo mermelada de melocotón para untártela en las tostadas y en la sonrisa y... llueve. Vamos haciendo piruetas hasta el cole mientras cantamos la tabla del nueve y... llueve. Suena el teléfono, alguien que se ha equivocado pregunta por mi abuela, -ella tan lejos- y... llueve. Parece que va a salir el sol, me invento una oración que habla de cosechas y de semilla felices, de repente me vuelvo devota de Santa Primavera Virgen sin saber que, además, fue mártir... y llueve...llueve... llueve...

RETROCEDIENDO HACIA EL FUTURO

RETROCEDIENDO HACIA EL FUTURO

¿Verdad que a veces parece que el mundo retrocediese?... Un corazón deja de latir en el sótano, un bebé detiene su respiración sobre la cuna, el vendedor de embutido desdibuja su memoria y recorre calles de vuelta hacia el olvido o apalean a un perro por el simple placer de retomar la gruta de las cavernas y los alaridos. Es como si todavía no se hubiese inventado el fuego ni la palabra, como si la rueda fuera una quimera junto a la tolerancia y el abrazo, como si nada fuera más importante que la caótica caza del sueño y la arrogancia. Veo pasear políticos con voces algodonadas como vellocinos de oro que han sido coronados por la ignorancia consentida de la soledad trashumante de un pueblo demasiado dolorido como para pensar al sol. Veo erigir cadalsos tapizados de antesalas monárquicas donde la fe se desliza, entre reptiles y amarantos, entre pezuñas sinuosas con sabor a edénico pecado permitido. A veces parece que el mundo retrocediese hacia la primitiva barbarie de la desesperanza, hacia el inevitable pulmón de los pozos, hacia la primera sed molecular del vacío. A veces parece que el latido ya deja de tener sentido.

NOS HAN ROBADO LA PRIMAVERA

NOS HAN ROBADO LA PRIMAVERA

Pues sí, Marimargui, digan lo que digan las crónicas políticas, los panfletos poéticos o los diagnósticos alérgicos, alguien ha insistido en robarnos la primavera hasta hacernos partícipes de este descalabro paisajístico y emocional. Hemos pasado del abrigo de lana al bikini de rayas y me he descalzado de las botas de ante todavía impregnadas de la gélida nieve del invierno. Busco insistentemente las sandalias pero deben haberse quedado olvidadas en aquel verano de opíparos termómetros, colgando de alguna sombrilla o sobre las cañas desafiantes del abarrotado chiringuito. Y digo yo, no debe ser nada bueno dar estos saltos por las estaciones, es como si embriagada en los ojos de mi amante durante segundos que duran siglos emocionados, me fuera directa a su falo voraz, sin hacer parada obligada en el arrecife frutal de su ombligo ambarino. Es como si llegara a la vejez prematura, desde una transparente infancia, sin disfrutar de la anarquía y el virtuosismo fugaz de la juventud... ¡Cuánto nos queda por aprender todavía, Marimargui y qué lejos parece todo, ahora que ya no puedo oler el recuerdo de los jazmines!

CUANDO LOS NIÑOS ENFERMAN

CUANDO LOS NIÑOS ENFERMAN

Cuando los niños se ponen enfermos el mundo se te viene abajo, se te acorta el ánimo y mengua la sonrisa como si hubiera encogido hasta la invisibilidad de un átomo de oxígeno. Da igual que afuera ya anden reventando las margaritas y los gladiolos o que, por un día, el cielo gris nos haya dado una tregua para que el sol se muestre liberado y desnudo. No importa que el horizonte se pueble de lascivos almendros que gozosamente te invitan a una bacanal de florales frutas nuevas. Es como si su dolor, multiplicado por mil, te doliera en el costado con la lanza del suspiro febril e incomprensible; como si ese silencio, tras la algarabía del día a día, te sonara al arcano pozo de los ecos miméticos que retumban con su nada en los tímpanos cristalinos y es como si el universo entero se vertiera en cascadas de angustiosa impotencia, de enigmáticas noches centenarias donde la vida se abre paso, lastimosamente, en las socorridas avenidas de la supervivencia. Cuando los niños se ponen enfermos el mundo entero yace con la fiebre ignota de los paisajes yermos.

RESUCITAR DESDE LA VIDA

             

Se trata de resucitar desde los escombros del miedo y la memoria. Desde la soledad de los números vacíos y las letras discontinuas, desde el holocausto fugaz de un suspiro que se empeña en colgarse de pausas interminables, de hipos rebeldes entre espasmos de melancolía. Se trata de mirar al frente con los ojos renovados por la brisa de esta luz que se empeña en bordar almendros, tejer los trigos y alfombrar la ladera del invierno con el moaré de una verde estampida de hiedra y musgo. Se trata de resucitar desde el llanto para mirarnos vivos en todos los espejos de la esperanza. Resucitar para levantarnos desde las fosas del egocentrismo, desde la parquedad amatoria, desde este insolidario tufo a desgracia propia y voluntaria. Se trata de resucitar desde la vida, la muerte es otra cosa...